José Peñín
Martes 31 de Octubre de 2023
Leído › 8263 veces
En Cataluña se llama macabeo y en la Rioja, Navarra y Castilla y León se denomina viura. Después de la omnipresente airén, es la segunda variedad blanca más cultivada en España. Sin embargo, de las más de 700 marcas con participación de esta vinífera censadas en la base de datos de la Guía Peñín, solo 164 se elaboran 100% con esta variedad.
Su historia está ligada a su papel para mezclar con otras variedades. Los vinos que utilizan la viura o macabeo en el ensamblaje con otras uvas, cuentan con una calidad superior que cuando van solas. Su protagonismo solo es evidente en los últimos años debido a mejores prácticas de elaboración y una reducción de los rendimientos, lo que ha permitido descubrir sus rasgos varietales algo más precisos. No obstante, el resultado es descorazonador, pues su historia como protagonista ha sido pobre. Solo por el empeño de los que han sido capaces de alcanzar las puntuaciones que cito más abajo, se han obtenido más por el reto que supone que por la calidad de la cepa.
Su papel en la Rioja, en los tiempos de envejecimiento en roble hasta hace 30 años, ha tenido en los tintos una participación coral con la tempranillo y mazuelo, mientras que en los blancos iba mezclada con una pequeña parte de malvasía y garnacha blanca. En los dos tipos de vinos se elegía más por su acidez y ligereza que por su carácter. Se decía que iba mejor en las crianzas en madera que sola. En Cataluña los rendimientos por cepa eran elevados, combinando con la xarel.lo y la parellada para el cava y gran número de marcas de vinos tranquilos. En Rueda tuvo su predicamento en los años Setenta, cuando participaba con la verdejo, hasta que esta cepa castellana le desbancaría en los tiempos actuales. En Castilla-La Mancha y en Extremadura apenas descuella, incluso combinada con otras.
En cuanto a su origen, soy bastante escéptico sobre las historias contadas de la mayoría de las cepas. En el caso de la macabeo, se sabe que su primera extensión coincidiría con el antiguo Reino de Aragón, que llegó hasta el Ródano, cultivándose en todo el sur del Mediterráneo francés.
Son escasas las oportunidades de probar un vino excepcional con la viura. Los citados a continuación con 95 puntos, es lo máximo, con tan solo 4 marcas. Dada la parquedad, he añadido los dos únicos vinos con 94 puntos.
Es muy significativo que los precios de los reseñados alcancen niveles insospechados. El más barato, a 27 € y el más caro, a 200. Solo se entiende que la escasa producción de estos vinos, debido quizá a la poca fe que se supone al éxito comercial, determine un precio simbólico alto, más por dar una imagen de inaccesibilidad que por los resultados comerciales.
Un vino propio de un trabajo de suelos, rendimientos microscópicos con un clima agresivo y un autor de postín, como Fernando Mora, con la categoría de master of Wine. Este aventurero del terroir en la zona aragonesa de Alpartir, ha logrado despertar parcelas olvidadas y sus cepas viejas. Sus rasgos de fruta madura con retronasal de hierbas como lavanda y menta, con el volumen de las lías con un toque graso, con una excelente combinación de la dulzura del alcohol y la acidez, ha elevado a los cielos esta cepa tan útil en los ensamblajes como modesta como protagonista.
12 meses en barrica de 600 litros con sus lías. Cuando se trabaja una uva en regresión en Castilla como la viura, se supone que las supervivientes deben ser de cepas viejas y, por lo tanto, el vino tiene todos los atributos del terroir. Hay fruta blanca madura, ligeros toques minerales de piedras aluviales y lías finas. En boca se percibe volumen y complejidad.
El Alto Najerilla es una zona de moda riojana por sus suelos complejos a base de arena, algo de arcilla con un substrato calizo y el tardío descubrimiento, sobre todo para vinos blancos y rosados. Es un blanco con peso, con ligeras y finas notas evolutivas, con sutil ligereza, pero persistente en boca.
El arte de extraer los valores ocultos del roble francés sin que se note la madera gracias a la perfecta proporción de lías finas. Fruta blanca madura con leves recuerdos de hierbas de monte bajo.
Excelente combinación entre los 5 meses en huevos de hormigón y 9 meses en barrica francesa. Es complejo, recuerdos de fruta blanca madura, ligeros toques grasos de las lías finas, fondo piedra seca y matices cremosos del roble.
Bodegas Pujanza siempre ha apostado por producir vinos de temple septentrional, tanto los blancos como los tintos. Este blanco cuenta con una acidez afilada, moderada por la ligera cremosidad del roble y las lías finas, que le otorga volumen y frescura.
José PeñínLeído › 8263 veces
Fundada en 2007, Vinetur® es una marca registrada de VGSC S.L. con una larga historia en el sector del vino.
VGSC, S.L. con CIF B70255591 es una entidad inscrita en el Registro Mercantil de Santiago de Compostela, Boletín 181, Referencia 356049 en el Tomo 13, Folio 107, Sección 6, Hoja 45028, Inscripción 2
Email: [email protected] | Telf.: +34 986 077 611
Sede y oficinas en Vilagarcía de Arousa