Wine Rider: Enoturismo al sur de la capital I

Una ruta de enoturismo por las vegas al sur de Madrid nos sumerge en una zona de bonitos paisajes entre viñedos y olivares, de pueblos cargados de historia, cultura y larga tradición vitivinícola

David Manso

Viernes 23 de Junio de 2023

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Vuelvo a la carretera tras el anterior viaje visitando el Alto Empordà con el que arrancábamos esta tercera temporada de Wine Rider enoturismo sobre ruedas. Regreso a Madrid, me vuelvo a subir a lomos de la R 1250 GS para viajar junto a Antonio Reguilón, Presidente de la D.O. Vinos de Madrid, en un ruta que nos llevará por la Subzona de Arganda al sur de la Comunidad donde visitaremos varios pueblos en los que conocer su historia y su relación con el vino y su cultura, disfrutaremos de sus paisajes, visitaremos varios pueblos, dos bodegas, un museo del vino y disfrutaremos de  la gastronomía tradicional de esta zona al sur de Madrid.

Es ya una norma no escrita que Antonio me cite en el corazón de Madrid. Varios son los establecimientos, principalmente restaurantes, los que pertenecen a la Ruta del Vino de Madrid. La ciudad por su céntrica localización es un buen lugar para arrancar una jornada de enoturismo. En esta ocasión es el Restaurante Casa María Madrid en la Cava Alta quien nos recibe a unas pocas manzanas de la Plaza Mayor. Disfrutar del enoturismo, de los vinos de D.O. Madrid y de la variedad de productos que se producen en la Comunidad sin salir de la ciudad es ciertamente una ventaja tanto para los residentes como para aquellos que la visitan, y en Casa María esto es posible gracias a su apuesta por vinos y productos de Km 0.

Mientras desayunamos Antonio me propone la ruta que compartiremos. Partimos dirección a nuestro primer destino, Valdelaguna. Como tenemos tiempo y esto va de disfrutar y conocer, descartamos un viaje más monótono por la N-III para sumergirnos en las numerosas vegas que a los largo de los siglos han ido esculpiendo los ríos Jarama, Tajo y Tajuña creando paisajes de gran belleza. Disfrutar, en este caso de la conducción, y de los paisajes son parte también del enoturismo, al menos uno lo entiende así. La carretera serpentea por los diferentes valles entre tierras de labranza y olivares. Llegando a nuestro primer destino los primeros viñedos nos anuncian que entramos en tierra de vino. Valdelaguna está cerca, apenas a 60 km, en poco más de una hora sitúa al viajero desde la urbe a un entorno rural en el que el tiempo y la calma se sienten, se respiran, y casi se palpan.

Llegamos a la Bodega Pablo Morate, la cual además es de ser bodega y elaborar vino, es también museo. Mejor, dos actividades en una. Nos recibe Pablo Morate con quien pisamos sus viñedos centenarios de cultivo ecológico, conocemos su trabajo e historia. Una historia que arranca cinco generaciones atrás y que la convierte en la bodega más antigua de la Comunidad de Madrid. Sus vinos se elaboran con las variedades más representativas de la zona. Para los blancos, la variedad estrella es sin duda la Malvar, la cual en ocasiones se complementa con Macabeo, también conocida como Viura. En tintos, son Syrah, Morate es una de las pocas bodegas madrileñas que elabora monovarietales de esta variedad, y Tempranillo las más usadas, combinando ambas para crear diferentes perfiles siempre bajo una filosofía por elaborar los tradicionales vinos de la zona. Vinos con personalidad propia, fieles a la variedad,  pero sin perder la potencia que les caracteriza.

Dentro de la visita de enoturismo, además del viñedo y la bodega, también conocemos su museo, un espacio recuperado en una antigua casa señorial en el que se ha recogido una notable colección de herramientas y máquinas que tiempo atrás eran usadas para el trabajo en la viña y la elaboración del vino. Viejas tinajas que viajaron hasta aquí desde la vecina Colmenar de Oreja, hoces, prensas, barricas, cántaras, damajunas,...etc. un viaje al pasado que permite al visitante conocer cómo se hacían antes las tareas y labores tanto en el campo como en la bodega.

Mientras compartimos un vino, Pablo nos habla del propio Valdelaguna, de sus atractivos para el visitante, de la historia de la bodega y de su oferta de enoturismo. Catamos, que no bebemos ya que tenemos que conducir, una de sus elaboraciones para tener un referente. Arate Premium Blanco Selección un vino elaborado con Malvar y Macabeo muy aromático, con buena estructura y esa "garra" (potencia) que me comentaba Antonio en la presentación de la ruta.

Dejamos atrás Valdelaguna con una grato recuerdo, no sólo por haberlo disfrutado de la visita, sino por descubrir que todavía quedan personas como Pablo quien compagina sus tareas como alcalde con las de no sólo cultivar la viña y elaborar vino como hacían sus anteriores generaciones, sino las de mantener un legado, un recuerdo del pasado que hoy se lo transmite a quien quiera acercarse a conocerlo.

Continuamos ruta, Colmenar de Oreja es nuestro siguiente destino. Un pueblo con mucha historia, tradiciones, y en el que se respira el vino y su cultura. Allí visitaremos la Bodega Pedro García y disfrutaremos de su gastronomía en el Restaurante Crescencio. Pero esto será en la siguiente entrega.

David Manso
Licenciado en Marketing y apasionado del vino.
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