Jesús Artajona, enólogo de ENATE: “Nuestros monovarietales expresan la calidad de nuestro terruño”

Vinos elegantes, fáciles de beber y con grandes posibilidades de guarda, los cuatro monovarietales de Chardonnay, Merlot, Cabernet o Syrah expresan terruño y calidad

Carmen Fernández

Miércoles 10 de Noviembre de 2021

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Jesús Artajona, enólogo de ENATE

Una de las mejores experiencias que podemos disfrutar en Somontanto la encontramos en el disfrute de los monovarietales de ENATE, una de las propuestas que oferta esta bodega donde se conjuga el más moderno diseño y tecnología con un escrupuloso respeto a la tradición vitivinícola. La cata de sus vinos y la visita a esta bodega siempre serán un buen plan para este otoño, pero además, si optamos por descubrir sus monovarietales, podremos entender mejor el sentido del trabajo de su enólogo, Jesús Artajona, responsable de la creación de la amplia gama de vinos adaptada a todos los estilos que ofrece ENATE. Artajona nos define cada uno de estos monovarietales, todos ellos de paso fácil y concentrados a la vez, de porte distinguido, capaces de seducir cuando son jóvenes y de encantar cuando alcanzan la madurez que dan los años. Con Artajona entramos de lleno para entender lo que expresa cada uno de estos monovarietales de Chardonnay, Merlot, Cabernet o Syrah. Terruño, calidad y, sobre todo, autenticidad en cada una de sus botellas.

Empecemos por el principio, ¿qué son los monovarietales y por qué ENATE ha apostado por elaborarlos?

Los monovarietales de ENATE son cuatro vinos de las variedades más representativas de nuestra bodega y han ido apareciendo en el mercado conforme nos sentíamos capaces de extraer la esencia de cada variedad. Son elaborados a partir de chardonnay (que apareció ya en 1992), merlot (su primera añada muchos la recuerdan todavía, la de 1998), syrah (2005) y cabernet (2010). Estos vinos expresan la calidad de nuestro terruño, cultivando variedades de orígenes diversos y que tan bien se adaptan al Somontano.

¿Qué diferencias expresan estas variedades en el Somontano?

El chardonnay nos da unos vinos muy aromáticos, frescos y ágiles en el paladar, con una capacidad de envejecimiento extraordinaria. Por su parte, el merlot se expresa con garra, sacando toda la artillería pesada y nos permite obtener vinos complejos, que derrochan exuberancia y van directos a los sentidos. El syrah enseña su potencial más adulador llevando al consumidor a su terreno con sus notas florales y de fruta negra que tan bien encajan con las de torrefacción que aporta la crianza. Y el cabernet, con su poderosa carrocería tánica y sus aromas balsámicos y fenólicos, es capaz de satisfacer a todos los públicos.

¿Cómo descubriremos mejor estas características del terruño, en un vino joven o en un crianza?

Los cuatro monovarietales son vinos que toleran e incluso mejoran con el envejecimiento, sin duda. En cualquier caso, todos lucen muy bien ya recién salidos al mercado. Son vinos de paso fácil y concentrados a la vez, de porte distinguido, capaces de seducir cuando son jóvenes y de encantar cuando alcanzan la madurez que dan los años.

El monovarietal de Chardonnay es uno de vuestros estandartes como bodega, ¿por qué?

Nuestro chardonnay fermentado en barrica es un vino que hacemos desde la primera vendimia, la de 1992. Estábamos seguros de que una uva tan versátil como el chardonnay daría resultados muy alentadores en nuestro territorio. Tiene la capacidad de sorprender por su riqueza aromática y su paladar untuoso. Ya en su primera añada fue considerado por la revista Sobremesa como uno de los 10 vinos de la década. Y ha seguido recibiendo innumerables reconocimientos, tanto aquí en España como en el extranjero. Es un auténtico caballo ganador que sube al podio de los grandes vinos blancos año tras año.

¿El de Merlot supuso vuestra consolidación como elaboradores de vinos tintos?

Sin duda, fue el vino que nos hizo alcanzar la mayoría de edad como elaboradores de tintos. En Somontano y ENATE en particular estábamos considerados como muy buenos elaboradores de blancos. Allá por 1998, su primera añada, ya disponíamos de nuestro ENATE Cabernet-Merlot, un vino fácil de beber, más de "prêt-à-porter". Tuvimos muy claro que nos faltaba lanzar un tinto de alta costura, de colección, fino y poderoso a la vez, sorprendente. El lanzamiento de ENATE Merlot-Merlot fue un fenómeno muy mediático, con múltiples reconocimientos de la crítica especializada. Sin duda, supuso un antes y un después para nosotros.

¿Qué define al Cabernet de los viñedos de ENATE?

El cabernet es un auténtico globetrotter de la viticultura mundial que podemos encontrar en casi todos los países que cultivan la vid. Algunos sostienen que es una variedad esquiva y difícil de cultivar y vinificar en nuestro clima. ¿Cuántas veces no hemos escuchado eso de la nota de pimiento verde del cabernet? Desde el principio, asumimos el reto de elaborar cabernets que no estuvieran marcados por esas notas vegetales. Básicamente es una labor de campo, hay que adaptar el cultivo de la viña para favorecer la insolación y la ventilación de las uvas. Luego en la bodega hay que saber modular la extracción, de forma que consigamos un vino que combine a la perfección la potencia con un toque de distinción, que sea un vino serio y al mismo tiempo goloso, ese es el estilo de ENATE Cabernet-Cabernet.

Puede que sea como escoger entre un hijo, pero si tuviera que escoger uno de los monovarietales de esta bodega, dígame, ¿con cuál se quedaría?

Es algo tremendamente difícil para mí. Tengo la suerte y el privilegio de estar en ENATE desde el principio y siempre he disfrutado con los vinos que elaboramos. Nuestra bodega nació con vocación internacional y con el objetivo de elaborar vinos finos, distinguidos y con capacidad de mejorar en la botella. Y los cuatro monovarietales encajan con esa filosofía de trabajo. Yo tengo botellas de todos en casa, cada uno tiene su momento y eso también depende de lo que busca uno cuando abre la botella. Conocer tan bien los vinos que uno elabora aporta un plus que nos hace disfrutar aún más en la cata. Cada uno de los vinos tiene su punto de seducción y todos han hecho mucho por consolidar la marca ENATE.

Dígame un maridaje para cada uno de estos monovarietales

Hace ya muchos años que renuncié al encorsetamiento que supone en ocasiones el tema del maridaje. Recuerdo que en una visita a México, en una cata de gran relieve en uno de los mejores restaurantes del distrito de Polanco, el chef combinó el Syrah-Shiraz con salmón marinado con eneldo, hinojo y un sinfín de especias de sabores punzantes y agudos. Yo había intentado quitarle la idea de tal combinación, pero él insistió y todos disfrutamos de esa mágica alianza. Desde entonces, estoy abierto a gozar de las mejores experiencias en torno a una buena mesa, en un marco adecuado y con la gente que aprecias y quieres. El vino es un elemento clave de ese cuadro.

¿Están pensando en aumentar la familia de monovarietales?

Esa familia ya podemos considerarla "numerosa". En cualquier caso, pensemos que nosotros también elaboramos otros vinos monovarietales como ENATE Gewürztraminer, ENATE Chardonnay-234, ENATE Rosado de cabernet, ENATE Reserva (también monovarietal de cabernet).... En fin, hay mucho y bueno donde elegir.

Carmen Fernández
Licenciada en CC de la Información y especializada en enogastronomía y turismo
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