Las Laderas de José Luis, una historia de superación, tesón y esfuerzo

Las Escaleras, la finca que el trabajo de José Luis convirtió en Las laderas y el tiempo la reconoció como “viñedo singular”

David Manso

Lunes 29 de Junio de 2020

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"Es más fácil ir colina abajo que hacia arriba, pero las vistas más bonitas son siempre desde arriba". Es el refrán que define muy bien la historia que hoy nos llega con este lanzamiento. El vino Las Laderas de José Luis 2017 de Dominio de Berzal, una tradicional bodega localizada en Baños de Ebro, en la Rioja Alavesa.

Las oportunidades que la vida podía ofrecer siendo el menor de 9 hermanos eran escasas. La posición que uno ocupaba en la escala familiar condicionaba la herencia, generalmente en tierras, que una familia podía ofrecer. Ante tal situación, sólo una persona que estuviera dotada de un carácter emprendedor lograba salir adelante. Era el destino, ante el cual José Luis no se arrugó. Decidido a salir adelante, mientras otros viticultores de familias más pudientes compraban las mejores tierras, José Luis adquirió aquella que su apretada economía le permitió. Un finca alejada de las más codiciadas que lindaban al Ebro, en pendiente, difícil de trabajar, algo que nadie deseaba. Finca "Las Escaleras" era lo que por entonces se pudo permitir, y que él mismo rebautizó como "Las Laderas".

El tiempo, el duro trabajo, junto algunas sorpresas que la finca guardaba en las que nadie reparó como su altitud y orientación, le valieron unas cosechas de calidad reconocida. Todo este esfuerzo se vio reconocido a primeros de siglo con el <<balón de oro>> de la viticultura. El Ministerio de Agricultura reconocía a este pequeño viñedo, a la Finca de Las Laderas, con la distinción de "Viñedo Singular". José Luis ahora gozaba de las vistas más bonitas, había alcanzado la cumbre, su cumbre.

Las laderas de José Luis 2017 es un varietal Tempranillo (100%) procedente de viñas viejas de alrededor de los 50 años. De vendimia manual, su elaboración y crianza son mixtas. Su fermentación se realiza parte en barrica de 500 litros y otra en depósito de hormigón, y su crianza también parte en barrica de 500 litros y otra en hormigón durante un periodo aproximado de 8 meses. Un vino de capa alta, de color rojo picota, de marcados e intensos aromas a frutos rojos, directo, con ligeras notas ahumadas. En boca una buena entrada da paso a un vino con buena acidez, de gran frescura, amplio, ligeramente especiado, con un final largo que nos devuelve las virtudes de la fase nasal. Buen posgusto.

Me siento afortunado por poder catar este vino por varios motivos. Todo vino tiene su historia, y ésta, la de José Luis, es un claro ejemplo de superación, de tesón, de esfuerzo. Cuando la conoces la percepción del vino se hace más cercana. También por ser uno de los primeros vinos salidos de un viñedo singular, algo que junto a su esmerada elaboración permite disfrutar de la expresión del terroir. Un vino fácil de beber, para acompañar una mesa de carnes rojas, de quesos curados, de platos de caza. Uno de esos vinos tan solicitados últimamente de corte moderno que a su vez preserva la fruta. La historia de José Luis y su viñedo singular en estado líquido.

David Manso
Licenciado en Marketing y apasionado del vino.
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