El festival de la embriaguez

Historias curiosas del vino, por Francisco Aloia. El festival de la embriaguez. Aquel que nunca cayó en el «trance» de una...

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Domingo 24 de Mayo de 2020

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Historias curiosas del vino, por Francisco Aloia. El festival de la embriaguez.

Aquel que nunca cayó en el «trance» de una borrachera, que arroje la primera piedra. Puedo confesarles que a mí nunca me ha pasado (¡AHRE!, así de grande). Pues bien, eso -la borrachera- es lo que le sucedió al pobre muchacho de la imagen, que es cargado en andas por sus compinches rumbo a su hogar, hace unos 5.000 años. Amigos eran los de antes, ¿no?

La escena se sitúa en Bubastis, ciudad emplazada en el delta del Nilo y capital del antiguo Egipto de aquel entonces. Allí, se rendía culto a la diosa Bastet, divinidad del amor y la armonía representada como una mujer con cabeza de gato o simplemente como un gato doméstico, igualito al que en estos momentos los observa moviendo la cola desde el sofá.

Cuenta la leyenda que esta diosa felina, en medio de una sanguinaria venganza, casi extermina a la humanidad y ya no como un lindo gatito sino que transformada en una feroz leona asesina. La matanza solo cesó cuando la diosa, luego de embriagarse, cayó víctima de un profundo sueño.

Fue entonces que los humanos sobrevivientes de la masacre instituyeron una festividad en la que se bebía vino hasta embriagarse, emulando la salvadora embriaguez de la diosa y simbolizando el vino la sangre que aplacara su sed asesina. ¡¿Escucharon alguna vez una excusa mejor?!

A este evento se lo conocía como el «Festival de la embriaguez» o «de los borrachos» y se realizaba religiosamente a comienzos de cada año. Según las crónicas de algunos viajeros e historiadores de la época, participaban de la festividad miles de personas que acudían no solo de todo el Bajo y Alto Egipto sino que también del extranjero.

Heródoto de Halicarnaso -historiador griego del siglo V a. C.- nos cuenta que en el festival se celebraba un majestuoso banquete y se bebía más vino que en todo el resto del año. Mujeres y hombres hacían sonar panderos y flautas, danzaban al son de la música, hacían sonar palmas y mantenían «relaciones» el día entero, ¡todo muy tranquilo! ☺

Si tienes un gato en casa, nunca dejes de emborracharte por lo menos una vez al año, no vaya a ser que despierte en tu felino la leona asesina que lleva dentro. ¡Sálvale la vida a tus amig@s y comparte esta publicación!

Espero les haya gustado esta publicación, y pueden seguir mi cuenta en Instagram @frank_somm para ver más historias curiosas del vino.

¡Salud amigos!

Un artículo de Francisco Aloia
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