Crean una agencia de branding exclusiva para el mundo del vino y la gastronomía

Creada por profesionales del mundo del vino y la publicidad, llega con la intención de ofrecer soluciones de construcción de marca, diseño, marketing y comunicación para el sector del vino y la gastronomía

Miércoles 02 de Marzo de 2016

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Con el pistoletazo de arranque el pasado febrero, Veintemillas llega con ganas. Sus tres socios vienen del mundo del vino, además de la publicidad, el diseño e Internet y desde hacía tiempo, querían lanzarse a una aventura empresarial que en palabras de David Arrieta, su fundador, era casi necesaria:

‘Siempre hemos visto muy buenos trabajos de agencias de branding, diseño o publicidad para muchas bodegas, pero en muchos casos, eran horribles. Se notaba que no existía un trasfondo por haber sido realizados por gente que no terminaba de entender el particular mundo del vino. Nosotros veíamos aquellos trabajos y siempre comentábamos; “lo podríamos hacer mejor.” Fue al final esa sensación la que nos impulsó a montar Veintemillas’

Veintemillas se presentan en su propia página web como un proyecto honesto, que no busca revolucionar y poner patas arriba el sector, pero sí realizar trabajos donde sea el cliente, y no la agencia, quien termine marcando la diferencia:

‘Somos muy conscientes que nos queremos a dedicar a un sector con un idioma muy particular, que debe ser entendido para presentar un buen discurso. No se trata de transformarlo por completo, se trata de darle la evolución que merece y a partir de ahí, adaptarlo, si es necesario, a los nuevos canales de la información, aportando por un lado la creatividad que nos ha educado, con el respeto al sector al que nos dedicamos”

Más allá de “la revolución de las etiquetas”

Es innegable que desde hace poco menos de una década, el sector del vino está sufriendo una evolución positiva en su presentación, si antes se valoraba el producto por si solo, ahora debe ir también acompañado de un contenedor adecuado. El valor que un buen diseño puede aportar a la experiencia de la copa, ha quedado más que demostrado y muchas bodegas están apostando por ello.

Sin embargo, para Veintemillas es sólo un primer paso. Ese valor añadido debe construirse desde la elección del nombre, a su salida al mercado, siempre con la misma consistencia que puede dar el etiquetado y acompañándolo con campañas que tengan la misma actitud.

‘La etiqueta es sólo la ventana, si alguien mira dentro de la casa y ve que el interior no corresponde, se dará cuenta más pronto que tarde que las cosas no están bien hechas’

Una agencia pequeña que quiere seguir siendo pequeña

Veintemillas es una pequeña empresa. Sin pedir dinero a bancos, ni con grandes inversores detrás, ellos mismos han sido quienes con sus ahorros han invertido lo necesario para llevar adelante el proyecto.

‘Por supuesto tenemos unos objetivos de rentabilidad establecidos, pero no tenemos idea de crecer hasta el punto de no poder dedicar el esfuerzo y mimo que queremos a nuestros clientes. Además de que conservar una estructura pequeña te permite realizar proyectos invirtiendo el dinero en crear la diferencia, antes que pagar por estructuras de empresa más complejas.’

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