Iván Martínez: “El vino blanco Marina Alta ha sido toda una revolución en nuestra tienda”

El Nariz de Oro 2014 habla sobre su acercamiento a los productos de Bodegas Bocopa, a través de las catas en las tres capitales de la Comunidad Valenciana que protagonizó

Susana Formoso

Lunes 30 de Marzo de 2015

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Martínez ve en el blanco Marina Alta grandes posibilidades, ya que "reúne muchos factores para que sea todo un éxito". No en vano, cuenta con gran aceptación en su establecimiento burgalés.

Una de las primeras actividades que ha protagonizado como Nariz de Oro 2014 fue la cata comentada de Bodegas Bocopa. ¿Qué le permitió descubrir esta iniciativa?

Primeramente, lo que pude conocer más a fondo fue el proyecto Bocopa, ya que solamente había catado en alguna ocasión el Marina Alta y sabía de la existencia de la gama Marina Espumante a través de algún blog o revista. Esta colaboración me permitió descubrir las instalaciones, los vinos y a todo el equipo humano que forma el proyecto. Mi experiencia en las catas de las tres capitales de la Comunidad Valenciana fue muy grata, ya que nunca me había enfrentado a un número tan elevado de catadores en cada una de las citas (más de 150 catadores en todas ellas) y me sentí muy a gusto. Asimismo, fue todo un placer compartir la cata con Gaspar, el director y uno de los enólogos de la bodega, con el que congeniamos muy bien y creo que las catas fueron todo un éxito por esa química entre ambos.

Entre los productos que se cataron se encuentra el vino blanco Marina Alta. ¿Lo cató en este acto por primera vez? ¿Cuál fue su primera impresión sobre él?

Como le decía antes, el Marina Alta probablemente sea el vino de Bocopa que más ha llegado al norte, por lo que sí lo había catado en alguna feria. En diciembre, además tuve la opción de probar la añada 2014 y me pareció un vino muy apto para cualquier momento, desenfadado e informal, que no te hace pensar, sólo disfrutar del trago, pero sin perder un ápice de calidad, ya que está muy bien elaborado. Todo un redescubrimiento.

En la cata me pareció una maravilla de vino por lo informal, lo fácil de tomar y lo gustoso que es.

¿Cómo definiría este vino blanco? En su opinión, ¿a quién está dirigido?

Me parece que es un blanco que reúne muchos factores para que sea todo un éxito entre el consumidor, ya que además de partir de una producción muy exclusiva de una parcela histórica de Moscatel de Alejandría en la zona de la Marina Alta, la vinificación del vino y sus cualidades como variedad, hacen que sea muy apetecible, manteniendo un componente aromático muy fragante, propio de la uva, y un paso en boca de cierta melosidad, pero sin caer en el exceso, ya que sigue siendo un Moscatel seco. Además, precisamente por estas mismas características, es un tipo de vino que puede ser muy adecuado para aquellos que se adentran en el mundo del vino o que no les gustan los vinos ni muy ácidos ni excesivamente corpulentos.

¿Cuáles son las posibilidades que ofrece este vino blanco?

No es necesario estar en el litoral mediterráneo para disfrutar de este vino acompañado de una fantástica paella valenciana, aunque la verdad es que es el primer flashazo que se me viene a la mente cuando pienso en el Marina Alta, pero sé que puede tener muchos momentos aptos para disfrutar de él, ya sea en la época estival o en el momento del aperitivo, que me parece el momento perfecto para disfrutarle, así como en eventos grandes y sorprender a los invitados, etc.

¿Cuenta el Marina Alta con las características propias de los vinos de Alicante?

Yo creo que sí. No es que tenga un grandísimo conocimiento de la cultura vitícola de la zona, pero cuando pienso en Alicante, me vienen a la cabeza tres pilares importantes: el Fondillón, la tinta Monastrell, y por supuesto, la blanca Moscatel. En mi viaje a Alicante pude enriquecerme de su pasado y presente. De hecho, Gaspar me comentó que las uvas de las que se obtiene este vino proceden de una zona histórica de la comarca de la Marina Alta, por lo que esto evidencia que el Moscatel en esta región ha forjado el pasado de la provincia.

Este vino está funcionando muy bien en su establecimiento “La Tienda Colmado” de Medina de Pomar (Burgos). ¿Cuál cree que son las claves de su éxito?

Pues sencillamente lo placentero que resulta y que no hay que tener una disposición especial para disfrutar de un buen vino blanco. Creo que no hay más misterios. Desde luego que en nuestro establecimiento ha sido toda una revolución y como también lo ofrecemos por copas, la impresión del cliente ha sido directa y clara, sobre todo en estos tiempos donde se ha puesto de moda el famoso Moscato italiano (que en la gran mayoría de los tipos que nos encontramos en la restauración de nuestro país, pues son de una calidad cuestionable, con una edulcoración artificial y una aguja burda y gruesa). A todos aquellos que me piden un Moscato, les ofrezco y explico la elaboración del Marina Alta, y no ha habido ni una sola persona en estos meses que se haya quedado insatisfecha por el cambio. Creo que esto lo resume todo…, y eso que no estamos hablando de productos parejos, ya que el Marina Alta no tiene aguja, pero para que se haga una idea de lo importante que es asesorar o “educar” los sentidos y los gustos de los consumidores.

En la enología se echa de menos la incorporación de las nuevas generaciones, ¿cree que el Marina Alta puede resultar atractivo para este sector de la población?

Totalmente. Antes comentaba que puede ser un vino para todo aquel que se inicia en este mundo, ya sea profesional o no, pero los que trabajamos en el mundo del vino, no debemos olvidarnos del sector juvenil, que hay que remarcar que es el futuro más próximo y que hay que motivarles con productos como este, cuyo ejercicio de cata sea más accesible, con aromas fáciles de reconocer y un paso por boca muy agradable, con esa punta de dulzor y esa frescura nada agresiva, al contrario, muy apetecible y sabrosa.

¿Con qué maridaría este blanco?

Creo totalmente en la versatilidad del Marina Alta, por lo que puede tener unos maridajes muy variados, desde comidas más suaves, como quesos de pasta blanda, productos de mar como mariscos cocidos o a la plancha, arroces caldosos de pescado, así como otro tipo de cocina, basada en la fritura, también de pescado o productos con pasta de bechamel…. También lo veo muy acertado para la gastronomía asiática, ya que esos agridulces tan propios de esta cocina, funcionarán perfectamente con el desarrollo gustativo del Marina Alta.

¿Qué otras potencialidades cree que tienen los productos de Bodegas Bocopa? ¿Cuáles son, en su opinión, los más recomendables?

Partiendo desde que sus vinos tintos elaborados con Monastrell fueron toda una sorpresa para mí, por su calidad-precio, destacaría su línea más reciente de vinos espumosos o como ellos mismos han bautizado, Marina Espumante”. Tanto en su versión blanca y rosada, como en la más novedosa tinta, a partir de uva Monastrell 100%. Este vino, que se presentó también en las catas de diciembre, fue toda una revelación, ya que yo no había catado un vino de esas características, con una nariz muy explosiva de aromas, que me recordaba a un maceración carbónica joven de La Rioja, y un paso por boca muy afrutado y con esa burbuja tan atractiva y alternativa a la vez, que mantenía una sensación algo electrizante. ¡Totalmente curioso!

No me quiero olvidar de ninguna forma de lo que creo que es la “joya de la corona”, el histórico Fondillón de Alicante y que Bocopa tiene en el mercado un Gran Reserva de 1987, siendo todo un símbolo de lo que es capaz de ofrecer una uva tinta con el paso del tiempo. Fragante, elegante y miles de matices para embriagar los sentidos.

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