“La clave es la honestidad, solamente hacemos vinos en los que creemos y que nos gusta disfrutar”

Todos los vinos de esta bodega de la DO Valdeorras obtienen entre 91 y 93 puntos Peñín en la Guía 2015 detacando su relación calidad precio y el embotellado magnum

Ourense

Lunes 20 de Octubre de 2014

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Dos vinos cinco estrellas, uno cuatro estrellas y todos los vinos de la bodega entre 91 y 93 puntos. La Guía Peñín 2015 de los vinos de España sitúa a Adega da Pinguela, entre las bodegas mejor valoradas de la DO Valdeorras y de Galicia, donde ha consolidado una trayectoria basada en la personalidad de sus vinos.

En la Guía destacan el Memoria de Ventura Garnacha 2011 y el Vento Godello Magnum 2012 con 93 puntos y cinco y cuatro estrellas respectivamente, lo que valora su excelente relación calidad precio. Los magnum del Memoria de Ventura Mencía 2013 y el Memoria de Ventura Godello 2013 reciben 92 puntos lo que demuestra que este formato aporta cualidades muy interesantes a los vinos. El Memoria de Ventura Godello 2013 recibe cinco estrellas y 91 puntos, los mismos que el Vento 2012. El Memoria de Ventura Mencía 2012 tiene 92 puntos. Este vino fue la sorpresa del Salón de los Mejores Vinos de España hace tres años y desde entonces ha consolidado una calidad que se ha extendido al resto de vinos de la bodega.

Francisco Núñez, responsable de la bodega y elaborador de los vinos, se mostraba muy satisfecho con las puntuaciones, que a su juicio demuestran que la trayectoria de la bodega es coherente: “No fue una casualidad que hace tres años comenzáramos a destacar en la Guía Peñín, esto es fruto de un trabajo honesto y donde solo buscamos que los vinos muestren su personalidad”.

Los vinos de Adega da Pinguela se distribuyen en Galicia, Asturias, Madrid y Barcelona. La bodega se creó hace ocho años en Petín de Valdeorras y en la actualidad elabora cuatro vinos bajo las marcas Memoria de Ventura y Vento.

La bodega de Francisco Núñez no es el resultado de un arrebato, un afán inversor o una moda. Fue un proyecto reflexionado y que va camino de convertirse en uno de los referentes de los vinos de autor gallegos. Asegura que convenció a su socio para abrir la bodega con un único argumento, hacer los vinos que no encontraban y que creían que se podían hacer en Galicia. Siete años después, y con todos sus vinos con más de 91 puntos en la Guía Peñín, esa sigue siendo su motivación.

¿Que significa para la bodega que sus vinos estén entre los mejor valorados de la Guía Peñín?

Peñín y su equipo son el referente nacional en el sector y catan miles de vinos para hacer la guía, así que para nosotros es un gran respaldo ya que somos una bodega pequeña con una producción muy personal y no es fácil que la gente te conozca.

¿Estos reconocimientos abren puertas?

Claro, el consumidor suele ser bastante conservador y una buena puntuación en una guía puede animarle a probar cosas diferentes, a arriesgar. Está claro que nosotros no hacemos vinos para complacer o salir del paso. Son vinos que también arriesgan y transmiten la personalidad de la bodega, cuentan cosas del lugar, de la tierra... No buscamos vinos homogéneos porque cada cosecha es diferente y eso sería engañar al consumidor y defraudar nuestra filosofía.

¿Cuál es esa filosofía?

Ser honestos con lo que hacemos, desde el trabajo en el viñedo hasta el embotellado y la forma de vender. La experiencia de estos años, en la que ha habido errores y aciertos, nos ha ayudado a encontrar nuestro estilo, sin conformarnos pero sin tratar de inventar la pólvora. La clave es la honestidad, solamente hacemos vinos en los que creemos y que nos gusta disfrutar.

¿Tienen nuevos retos en mente?

Claro, siempre estamos buscando, descubriendo y lo bueno es que la viña nunca deja de sorprenderte. Este año la cosecha ha sido espectacular y eso nos da la posibilidad de hacer cosas nuevas en bodega, la uva tiene esa magia. El viñedo me apasiona y en cada botella trasmitimos un poco de esa pasión.

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