Jueves 16 de Noviembre de 2023
El fallecimiento de Antoni Mata Casanovas, a los 81 años, marca el fin de una era en el mundo de los vinos espumosos de terruño. Nacido el 28 de abril de 1942 en Can Credo, la casa familiar en Sant Sadurní d'Anoia, Mata Casanovas fue un pionero en la elaboración de estos vinos, imprimiendo su visión y pasión en cada botella.
Desde su infancia, mostró un interés temprano por el mundo del vino, iniciando su aprendizaje a la temprana edad de 7 años en las cavas fundadas por su padre. Su espíritu innovador y visionario lo impulsó a expandir y diversificar la bodega RECAREDO, llevándola a un reconocimiento global. Bajo su liderazgo, la bodega no solo prosperó en la producción de vinos espumosos sino que también incursionó en el desarrollo de un negocio vitivinícola basado en la gestión de viñedos propios, una decisión que marcó un antes y un después en la historia de la empresa.
Mata Casanovas destacó por su compromiso con el terruño del Penedès, abogando por la creación de vinos que reflejaran la identidad y singularidad de esta región. Su trabajo no solo transformó la bodega familiar, sino que también contribuyó significativamente al prestigio y la calidad de los vinos espumosos españoles en el ámbito internacional.
Entre sus logros, se destaca su determinación por utilizar tapones de corcho natural, incluso en un contexto de creciente industrialización y adopción de tapones corona en el sector. Esta decisión, junto con su enfoque en la creación de vinos espumosos sin licor de expedición, definió un estilo único y reconocido a nivel mundial.
Además de su labor en RECAREDO, Mata Casanovas se dedicó a aprender y perfeccionarse en enología y viticultura, formándose en diferentes regiones de España y viajando por el mundo para ampliar sus conocimientos. Su pasión por el vino no se limitó a la producción; también la compartió generosamente con su equipo y con los amantes de la gastronomía y la cultura del vino, siempre desde un enfoque de humildad y generosidad.
Antoni Mata Casanovas deja un legado inigualable, siendo una figura inspiradora no solo para el equipo de Recaredo sino también para las nuevas generaciones en el sector vitivinícola. Su contribución al mundo de los vinos espumosos de terruño perdurará, recordándolo como un hombre que trabajó incansablemente por la excelencia y el reconocimiento de la identidad vinícola de su tierra.