El consumo moderado de vino espumoso o blanco se asocia a menor riesgo de infarto, según un estudio internacional

Investigadores chinos y británicos recomiendan limitar la cantidad y advierten que el abuso o la abstinencia aumentan los riesgos cardíacos

Miércoles 07 de Mayo de 2025

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Moderate wine consumption linked to lower risk of sudden cardiac arrest in major new study

Un estudio publicado esta semana en el Canadian Journal of Cardiology señala que el consumo moderado de vino puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir un infarto. Seis investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Fudan, en Shanghái, han analizado datos del Biobanco del Reino Unido, que recoge información médica de medio millón de voluntarios británicos entre 40 y 69 años desde 2006 hasta 2010. El objetivo era identificar factores modificables que influyen en el riesgo de muerte súbita cardíaca.

El trabajo no se centró únicamente en el alcohol, sino en 125 factores relacionados con el estilo de vida que pueden cambiarse para mejorar la salud cardiovascular. Entre las recomendaciones principales, los autores señalan que aumentar la capacidad pulmonar, reducir el perímetro abdominal y consumir más vino espumoso o blanco cada semana figuran entre las mejores formas de disminuir el riesgo de infarto. El consumo semanal de vino tinto también aparece como una medida beneficiosa, aunque en menor grado que los vinos espumosos y blancos. Además, beber cerveza o sidra con moderación también se asocia a un efecto positivo, aunque menos marcado.

Los investigadores subrayan que estos resultados coinciden con estudios previos que relacionan el consumo moderado de vino con una mejor salud cardiovascular. Sin embargo, advierten sobre los límites: tanto la abstinencia total como el consumo excesivo aumentan los riesgos para la salud. La cantidad recomendada se sitúa en torno a dos copas diarias para hombres adultos y una para mujeres adultas.

El estudio pone en valor que beber vino puede ser un cambio sencillo dentro del estilo de vida para proteger el corazón. Otras medidas analizadas, como ver menos televisión, reducir el índice de masa corporal o mejorar los hábitos de sueño, aparecen por detrás del consumo moderado de vino en cuanto a su impacto sobre la salud cardíaca.

El sector del vino recibe esta noticia en un momento complicado para la industria. En los últimos años, algunos medios y grupos defensores de la abstinencia han puesto el foco en los riesgos asociados al alcohol, especialmente en relación con ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, los autores del estudio recuerdan que las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en países como Estados Unidos y Reino Unido.

Tom Wark, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Minoristas de Vino (NAWR) en Estados Unidos, ha explicado que es importante ofrecer información equilibrada sobre los efectos del vino en la salud. Según Wark, una cobertura mediática alarmista puede perjudicar tanto al sector como a los consumidores interesados en conocer los beneficios y riesgos reales del consumo moderado.

El estudio chino se suma a otros trabajos recientes realizados con datos del Biobanco británico. El año pasado, una investigación española ya había señalado que beber vino con moderación reduce el riesgo general de mortalidad. Sin embargo, parte de la prensa internacional puso el acento en los posibles efectos negativos del alcohol sin matizar las diferencias entre consumo moderado y abuso.

La publicación actual insiste en que beber vino espumoso o blanco cada semana puede ser una medida sencilla y eficaz para cuidar la salud cardiovascular. Los autores insisten en la importancia de mantener un consumo responsable y recuerdan que los beneficios desaparecen si se superan las cantidades recomendadas.

El informe ha sido recogido por numerosos medios internacionales y ha generado debate sobre cómo debe comunicarse este tipo de noticias al público general. Mientras algunos expertos piden prudencia y matizan que cada persona debe consultar a su médico antes de modificar sus hábitos, otros ven en estos resultados una oportunidad para impulsar hábitos saludables dentro del consumo responsable.

La investigación continúa abierta y se espera que nuevos análisis permitan afinar aún más las recomendaciones sobre bebidas alcohólicas y salud cardiovascular. Por ahora, los datos disponibles sugieren que incluir vino espumoso o blanco dentro de una dieta equilibrada puede formar parte de un estilo de vida saludable para muchas personas adultas.

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