Biovidman concluye su proyecto de mejora genética de la vid

Tres años de investigación con financiación europea

Miércoles 26 de Marzo de 2025

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El Grupo Operativo Biovidman ha finalizado su proyecto de investigación centrado en la mejora genética de variedades autóctonas de vid en Castilla-La Mancha, con el objetivo de adaptarlas mejor a las condiciones derivadas del cambio climático y asegurar su potencial enológico.

Esta iniciativa se ha desarrollado durante tres años y ha contado con la participación de Vitis Navarra, la bodega La Niña de Cuenca y el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF-IVICAM), bajo la coordinación técnica del agricultor Lorenzo A. López Orozco.

El proyecto ha recibido una financiación de más de 157.000 euros, procedentes en su mayoría del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), además del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Biovidman ha trabajado en la identificación, selección y preselección clonal de biotipos de variedades como Bobal, Airén y otras menos comunes, como Moravia Agria, Tinto Velasco, Mizancho, Moscatel Serrano y Montonera del Casar. El objetivo ha sido conservar la variabilidad genética de estos viñedos y encontrar biotipos que ofrezcan mayor resistencia a la sequía, eficiencia en el uso del agua y tolerancia frente a enfermedades como la marchitez fisiológica. Parte de los esfuerzos se han dirigido a recopilar material vegetal antiguo de Bobal que permita mantener buenos niveles de producción y calidad.

Aunque las plantaciones piloto aún no han alcanzado la edad necesaria para una evaluación completa, los primeros resultados permiten anticipar una futura validación de algunos clones que podrían incorporarse a la viticultura regional. En el plano técnico, la investigación ha arrojado datos útiles sobre características agronómicas y enológicas de los biotipos seleccionados, como su equilibrio entre acidez, concentración fenólica y perfil aromático. Estos parámetros son determinantes para la producción de vinos con mayor estructura y diferenciación comercial.

El proyecto también abre la puerta a una diversificación del viñedo, al revalorizar variedades tradicionales y facilitar su recuperación mediante la certificación de clones. Esto permitirá a las bodegas acceder a material vegetal certificado con garantías sanitarias y mejor adaptado a las condiciones agroclimáticas actuales. A nivel comercial, la posibilidad de ofrecer vinos con una identidad varietal más marcada y adaptados a las exigencias de mercados nacionales e internacionales refuerza la posición del sector vitivinícola castellanomanchego.

La aplicación de estos avances permitirá una gestión más eficiente del viñedo, reduciendo la necesidad de riego y tratamientos fitosanitarios, lo que podría traducirse en una mejora de la rentabilidad de las explotaciones. Con estas medidas, el proyecto Biovidman contribuye a sentar una base técnica y científica para futuras innovaciones dentro del sector, apostando por una viticultura más sostenible y con capacidad para adaptarse a las nuevas condiciones ambientales.

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