Entre las piedras

Vino que nace entre las piedras. Como si de una poesía se tratara, comenzamos a hablar sobre esta misma poesía embotellada. Así es como Robert Louis Stevenson se refería al vino, y hoy en particular hablamos del vino de Cariñena. En un paisaje semiarido, donde la piedra es el leitmotiv, se desarrolla la historia que voy a contar hoy. Una historia que comienza alrededor del siglo III antes de Cristo con la llegada de los romanos a Carae, que hoy conocemos como Cariñena. Con la presencia romana en la zona, surge el consumo de Muslum, es decir, vino mezclado con miel.

La llegada de los romanos marcó el inicio de esta historia de viñedos entre las piedras, que ha llevado a personajes famosos de cada época a mostrar su devoción por estos vinos. Personas como Fernando de Aragón, quien nunca ocultó su especial preferencia por Cariñena y sus vinos, o Felipe II, quien tiene un vínculo muy especial con esta región.

Desde 1960, la Fiesta de la Vendimia de Cariñena es reconocida como "Fiesta de Interés Turístico de Aragón", pero esta tradición entre las piedras se ha celebrado durante varios siglos. En los últimos días de verano, la gente se reúne en la Plaza Principal de Cariñena, teniendo como elemento central la "Fuente de la Mora". En este momento, comienza uno de los momentos más especiales del año, que reúne a habitantes de toda la provincia de Zaragoza: la exaltación del vino. Dos vecinos realizan el pisado de las primeras uvas, dando lugar al primer mosto del año. Este mosto se ofrece al Santo Cristo de Santiago, patrón de Cariñena, para que favorezca una excelente añada. Acto seguido, el vino comienza a fluir de la fuente, como sucedió hace cinco siglos con la visita de Felipe II a Cariñena, aunque en aquel entonces el vino fluía de dos fuentes, una blanca y otra tinta.

Cariñena, vino que nace entre las piedras, tiene un origen de vinos de gran intensidad y aromas cautivadores. Posee un pasado poético que hoy nos ofrece hermosas historias embotelladas, porque como firmemente creo, el vino revela secretos a quienes saben escucharlo. Y sin duda, los secretos de Cariñena son secretos que deseo escuchar.

¡Salud y buen vino!