Sequías y lluvias intensas marcan cosecha 2024 en el sur de Francia

Viticultores de Languedoc y Provenza buscan soluciones creativas ante el cambio climático

Miércoles 06 de Noviembre de 2024

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La cosecha de 2024 en el sur de Francia se ha visto marcada por el cambio climático de manera considerable, pero también ha generado frutos de alta calidad, según afirma Bijou a diversos medios, una reconocida marca de la región que trabaja con viticultores en Languedoc y Provenza. Las cifras preliminares publicadas por el departamento de estadísticas agrícolas de Francia, Agreste, señalaron que la producción general de vino en el país caerá un 18% en comparación con 2023, situándose en torno a los 39,3 millones de hectolitros. La combinación de sequías severas y lluvias intensas dejó su huella en las viñas, obligando a los productores a buscar soluciones creativas para minimizar las pérdidas.

Emily West, gerente de la marca Bijou, explicó que este año ha sido de "convertir dificultades en oportunidades". La situación ha sido particularmente compleja en áreas como La Haute Vallée de l'Aude, donde el Chardonnay ha visto una caída de producción del 30%, y el Viognier ha experimentado reducciones similares. Las pérdidas fueron aún más dramáticas en regiones como Rousset y Sainte-Victoire, donde se reportaron disminuciones de hasta el 50%. No obstante, West destacó que las uvas que lograron sobrevivir presentan una calidad destacable, mostrando resiliencia frente a las adversidades.

El impacto del clima, aunque duro, también trajo beneficios inesperados. Las temperaturas más moderadas del verano en Languedoc ralentizaron el proceso de maduración, favoreciendo un desarrollo fenológico más equilibrado. Esto contrastó con los últimos años, donde olas de calor obligaron a adelantar las cosechas, afectando la calidad del fruto. "Este cambio ha permitido obtener vinos con una madurez fenólica sobresaliente, acidez bien equilibrada y una mejora notable en la calidad general de las uvas", detalló West. Entre las variedades que han sobresalido, el Viognier, Chardonnay y Syrah se han destacado por su maduración óptima, lo que aumenta su atractivo en el mercado.

Las técnicas de cultivo sostenible implementadas por los viticultores de Bijou también jugaron un papel fundamental en este escenario. Prácticas como el cultivo de cobertura, el manejo orgánico de plagas y el mantenimiento de la salud del suelo ayudaron a mejorar las condiciones adversas del medio ambiente. "Nos sentimos particularmente orgullosos de nuestro Caladoc, una variedad sostenible utilizada en nuestro rosado Le Bijou de Sophie Valrose, y de la próxima introducción del Marselan, un cruce resistente a enfermedades que requiere poca intervención química", afirmó West. Estas iniciativas no solo benefician al entorno, sino que también elevan la calidad y complejidad del vino, ofreciendo una experiencia más auténtica del terroir de Languedoc.

Bijou ha señalado que el 95% de las uvas empleadas en su producción provienen de viñedos con certificación HEV3 y prácticas orgánicas. Además, sus viticultores han lanzado nuevas acciones para proteger el viñedo y mejorar la sostenibilidad. Entre ellas, destaca la creación de un grupo GDON para la vigilancia de plagas y el establecimiento del GIEE, orientado a fomentar prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente. Estas iniciativas promueven un enfoque integral hacia la gestión del suelo, la trazabilidad y el uso eficiente del agua, con la meta de hacerlas un estándar para el futuro.

La complejidad de la añada 2024 en el sur de Francia revela que, aunque las cifras generales de producción sean más bajas, la dedicación y las medidas proactivas han permitido obtener vinos que destacan por su carácter y equilibrio.

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