Asaja propone un cambio de rumbo en Rueda

Explorando las profundidades de una de las denominaciones de origen más emblemáticas de España, Rueda, nos encontramos en un momento clave donde el equilibrio entre la oferta y la demanda se ha convertido en un tema central de discusión. La organización Asaja, consciente de los retos a los que se enfrenta el sector vitivinícola, ha propuesto un conjunto de medidas enfocadas en restablecer este equilibrio y, a su vez, mejorar la rentabilidad de los viticultores que dan vida a los viñedos de esta región.

La iniciativa arranca con una medida que, aunque pueda parecer drástica, ha demostrado ser efectiva en otras regiones vinícolas de renombre como Burdeos: el arranque de viñedos. La idea es reducir la producción de manera controlada para ajustar la oferta a una demanda fluctuante, garantizando así un mejor precio para el vino producido bajo la denominación de origen Rueda.

Otra de las medidas propuestas se centra en la gestión de los excedentes de producción. En este caso, Asaja sugiere que parte de estos excedentes sea destinado a la destilación. Esta acción no solo ayudaría a ajustar la oferta, sino que también evitaría que el vino de menor calidad, producido en exceso, compita directamente con los vinos de denominación de origen, preservando la imagen y la calidad asociadas a la D.O. Rueda.

La propuesta no se detiene aquí; sugiere también ajustar temporalmente los rendimientos de producción por hectárea y de extracción de mosto por uva. Esto implicaría una producción más limitada pero de mayor calidad, asegurando que cada botella bajo la D.O. Rueda refleje el carácter único de esta región. Sin embargo, estas medidas necesitan ser acompañadas de un sistema de inspección eficiente y de políticas que aseguren precios justos para la uva, de modo que los viticultores puedan mantener su rentabilidad.

Asaja también apunta hacia la importancia de una revisión anual de los costes de producción y un mayor control sobre el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, aspectos fundamentales para garantizar una distribución equitativa de los beneficios a lo largo de toda la cadena de valor del vino.

Entre las propuestas, se encuentra también la idea de condicionar las ayudas estatales a las bodegas, de manera que estas se comprometan a pagar precios justos por la uva y a realizar las liquidaciones antes de fin de año, una medida que busca inyectar liquidez al sector en momentos críticos.

Además, el plan contempla estrategias para ampliar el mercado, como la promoción de la exportación y la introducción de nuevas variedades de uva y estilos de vino, como el Godello para vinos tranquilos y el Chardonnay para espumosos monovarietales, lo que podría abrir nuevas oportunidades en el mercado tanto nacional como internacional.

Finalmente, Asaja propone una moratoria en la plantación de nuevos viñedos hasta que se restablezca el equilibrio entre la oferta y la demanda, una medida pensada para proteger tanto la economía de los viticultores existentes como la calidad general de la denominación de origen Rueda.

Este conjunto de medidas, aunque ambicioso, refleja una comprensión profunda de los desafíos que enfrenta la industria vitivinícola en la actualidad. No solo busca solucionar problemas de corto plazo, como la sobreproducción y la volatilidad de los precios, sino que también plantea estrategias para asegurar el futuro de la D.O. Rueda, adaptándose a las cambiantes demandas del mercado y promoviendo la sostenibilidad y la calidad.