El rosado, un imprescindible este verano

En los últimos años el consumo del rosado ha ido creciendo, convirtiéndose en un imprescindible durante el verano. Se podría decir que los franceses tienen gran parte de culpa, ya que han ido cambiando poco a poco nuestras costumbres.

El rosado no es lo que era antiguamente, ahora nos seduce su color suave, su aroma intenso y su sabor afrutado y floral.

El vino rosado se puede elaborar de tres maneras diferentes: sangrado, contacto con los hollejos y mezcla.  Los grandes vinos rosados del sur de Francia se elaboran a partir de uvas tintas, pero con un sistema de producción muy similar al del vino blanco. La gran diferencia reside en la utilización de los mostos flor, ya que el jugo de la uva se deja menos tiempo en contacto con los hollejos durante la fermentación.

Podemos encontrar vinos rosados de diferentes tonalidades, desde un color rosa violeta hasta un piel de cebolla. Esto depende de la variedad utilizada, del tiempo de maceración y de las técnicas de elaboración empleadas.

A continuación os dejamos 4 consejos para disfrutar plenamente de un vino rosado:

• No llenar mucho la copa para evitar que el vino se caliente.
• Maridar con arroces, ensaladas frescas y fiambres.
• Gozar de la añada en curso,  ya que el paso de los años no les sienta muy bien.
• Consumirlo preferiblemente a 8º-9º en un espacio abierto con buena compañía y mejores vistas.