YJAR 2017, el secreto mejor guardado de Rioja

Telmo Rodríguez presenta el gran tinto en el que ha estado trabajando durante la última década, con la máxima discreción, elaborado a partir de un viñedo histórico y excepcional, con características de Grand Cru, situado en las laderas de la Sierra de Toloño (Rioja Alavesa).

Miércoles 15 de Septiembre de 2021

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Un viñedo con 597 años de historia

No es casual que los vinos excepcionales procedan de viñedos con características singulares. Y este caso no es una excepción.

Situada en las laderas de la Sierra de Toloño –a una altitud de entre 600 y 800 metros sobre el nivel del mar– esta histórica propiedad tiene, en efecto, una situación privilegiada, ya que sobre los suelos calizos del triángulo que forman las localidades de Labastida, San Vicente y Peñacerrada, se localizan algunos de los viñedos viejos más excepcionales de Rioja Alavesa.

Desde luego, aquí la actividad vinícola no es nueva: entre las viejas viñas asoman prensas rupestres excavadas en la roca, datadas entre el siglo VIII y el XII, que dan fe de la larga tradición de las gentes del lugar en las labores del vino.

Pero lo más notorio de la finca es su extensa historia, bien documentada. Al menos desde 1420, cuando los monjes Jerónimos abandonaron el santuario de Toloño y la granja "Nuestra Señora de Herremelluri ", asumiendo la gestión de estas propiedades –y otras del entorno– la "Divisa de Nuestra Señora de los Ángeles de Toloño".

El auge de la Divisa se prolongó durante los cinco siglos siguientes, cuando diversos acontecimientos históricos –la Guerra de Independencia, la primera Guerra Carlista y la Desamortización de Mendizábal– provocaron su declive. Aunque fue el incendio del monasterio, en 1838, lo que a la postre determinó el fin de la hermandad y el abandono de aquellas tierras.

Debieron transcurrir más de 100 años para que la actividad volviera a este enclave de Rioja Alavesa. Fue gracias a la familia Rodríguez que, en la década de 1960, adquirió la propiedad y dedicó el resto del siglo XX –y algunos años más, aún– a recuperar la cultura vinícola en una finca con condiciones excepcionales para elaborar vinos de calidad.

Un Grand Cru en Rioja Alavesa

Desde que los nuevos propietarios se aplicaron a las labores de recuperación del viñedo, a lo largo de medio siglo, los matices y singularidades han ido poco a poco reapareciendo, exhibiendo toda la riqueza, complejidad y enorme diversidad que este atesora.

En la última década, con la llegada de la nueva generación de la familia, se implementaron nuevos recursos, desarrollándose el trabajo con mayor profundidad y conocimiento intensivo, lo que dio aún más valor a este viñedo excepcional, que reúne las características de un auténtico Grand Cru.

Conducido en vaso, este viñedo de altura, de 3,8 hectáreas, donde crecen las cinco variedades que componen el ensamblaje de YJAR (Tempranillo, Graciano, Garnacha, Granegro y Roja), es la base de este proyecto.

Los suelos son profundos, enriquecidos con abundante material de aluvión de la Sierra de Toloño y con una alta concentración de carbonatos y pedregal. Alcalinos, no limitan el crecimiento de las raíces y resultan  idóneos para el suministro de agua al viñedo durante todo el ciclo de la vid.

YJAR 2017,  un gran vino para la Historia

Resultado del esfuerzo que ha requerido la recuperación de un viñedo excepcional,  para que ofrezca la expresión de un territorio privilegiado, YJAR no solo es un gran vino. Es un espejo doble, en el que se reflejan dos paradigmas: en una cara, los inicios de la viticultura moderna en Rioja,  rindiendo culto a la figura de Manuel Quintano, que en 1787 elaboró en Labastida el primer Rioja "moderno"; en la otra cara, YJAR refleja su vocación contemporánea, incorporando variedades marginadas en el viñedo de la comarca (Granegro y Roja), apostando con audacia por nuevas formas de comercialización (La Place de Bordeaux) y aspirando a situarse en la élite de los mejores vinos del mundo.

Así lo entiende el propio Telmo Rodríguez:  "YJAR  será importante para nuestro país, abre otra época y habla de nuestros vinos de forma culta , histórica y con el mismo lenguaje que los mejores vinos del mundo".

"Durante cinco siglos, la propiedad donde nace este vino, Granja Nuestra Señora de Remelluri, fue gestionada por la "Divisa Nuestra Señora de los Ángeles de Toloño", de la cual fue divisero mayor el Duque de Hijar y Conde de Salinas. El abuelo y el hermano de Manuel Quintano también fueron representantes de esta Divisa, gestionando la granja en ese papel", explica Telmo Rodríguez.

El primer Rioja en La Place de Bordeaux

YJAR 2017 se estrenó con un hito: es el primer vino de Rioja que ha podido incorporarse a La Place de Bordeaux, un exclusivo y complejo sistema de comercialización concebido para los vinos de Burdeos cuyos orígenes se remontan a más de 800 años atrás.

Tradicionalmente dominado por la oferta de los châteaux locales, este profuso mercado que concentra a más de 300 négociants y compradores de 170 países, en años recientes se ha ido abriendo a bodegas de otras regiones y países. En este sentido, Telmo señala, "llevo tiempo hablando con mis amigos de Burdeos para introducir este vino, con la idea de abrir la puerta a otros grandes vinos españoles. Por eso considero que la  presencia de YJAR 2017 en La Place de Bordeaux ha sido muy estratégica. Hemos llegado en un momento clave, el vino ha gustado muchísimo y es un éxito en todo el mundo".

  • Nombre y añada: YJAR 2017
  • D.O.: Rioja
  • PVP: 110 €
  • Nº botellas: 7200 botellas

Telmo Rodríguez y la pasión por los viñedos olvidados

Formado como enólogo en Burdeos, Telmo Rodríguez tuvo como mentores a Bruno Prats, Eloi Dürrbach y Gérard Chave, quienes abrieron su espíritu al mundo del "Gran Vino". La aproximación tan radical que posteriormente tendría al patrimonio vinícola español se debe sin duda a la inspiradora experiencia con esos  maestros.

Al regresar a España, se sumó a la bodega de su familia en Rioja y, a comienzos de la década de 1990, inició su propio proyecto junto a Pablo Eguzkiza: la Compañía de Vinos Telmo Rodríguez. Con el argumento de poner en valor el gran potencial y la diversidad del viñedo español, Telmo fue pionero en recuperar auténticos terroirs en distintas regiones vinícolas, siempre respetando sus variedades autóctonas y métodos originarios de viticultura.

A su interés por los viñedos más recónditos y su pasión por el trabajo en la recuperación de viñas olvidadas se debe el nacimiento de vinos que hoy son referencias icónicas, como  O Diviso y Falcoeira en Valdeorras o  Las Beatas y Tabuérniga en Rioja.

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