Vinos para acompañar las fiestas

Se acercan las fiestas, toca reponer o llenar la bodega de cara a las celebraciones. Elegir los vinos que vas a disfrutar es tarea sencilla si sigues estos consejos.

David Manso

Martes 01 de Diciembre de 2020

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Seguramente las celebraciones de este año serán posiblemente las más atípicas que hasta la fecha te toque celebrar. Pandemia, restricciones, dudas,...etc. un conjunto de factores que hacen que este año las navidades se vean deslucidas. Tanto si te animas a juntarte siguiendo las recomendaciones, como si decides celebrarlas solo en familia, algo de vino imagino que incluirás para acompañar a las comidas, cenas y brindis.

No entraré en denominaciones, ni en tipos de uvas, ni siquiera en marcas, estas recomendaciones pretender ser una sencilla guía para que os ayude a disfrutar del vino, a que elijáis el tipo de vino según el plato a acompañar, e incluso del momento, que es en definitiva de lo que se trata, de disfrutarlo sin complejos preestablecidos. Que podáis hacer acopio de un número de botellas limitado acorde con vuestro bolsillo y necesidades, sin prescripciones, que os acompañe para disfrutar de él como parte de cualquier celebración.

Los vinos blancos. Aquí diferenciaremos entre dos tipos. Los blancos jóvenes, los del año, son ideales antes de empezar una comida o cena como aperitivo o bien para acompañar los mariscos. Los blancos más complejos, por ejemplo los fermentados en barrica o con crianza, por sus características pasan ya a tener un mayor protagonismo, siendo ideales para acompañar platos de/con foie, pescados o carnes blancas durante toda la comida o cena.

Los vinos rosados. Para haceros una idea, los rosados son vinos elaborados como los blancos pero con uvas tintas. Estos vinos aún siguen sin tener el reconocimiento que deberían. Elaboraciones frescas, de múltiples y variadas tonalidades, vinos que arrastran la falsa creencia de limitar su consumo a épocas estivales. Unos vinos a "caballo" entre los blancos y los tintos que pueden acompañarnos en estas fiestas bien como aperitivo, como para pescados o mariscos.

Los vinos tintos. Aquí la variedad en cuanto al origen, los tipos de uva, las diferentes  elaboraciones, tiempos de crianza,...etc. es tanta que es difícil hacer una detallada catalogación. Lo mejor si se desconocen sobre ellos es ir a lo sencillo. Los tintos jóvenes, aquellos del año, podemos equiparar su uso y momento al de los blancos, bien como aperitivo, bien para acompañar carnes blancas y pescados. Los tintos con crianza, hasta los 9- 12 meses, encajan más con platos de carne roja con salsa, guisos, ya sean de carne o de pescado. Por último los tintos de larga crianza (Reservas y Grandes Reservas), vino más complejos, más pausados en su beber que requieren de platos más contundentes como asados o caza (aves, ciervo, venado, jabalí,...etc.).

No pueden faltar en la mesa las burbujas. Vinos espumosos como Cava o Champagne, ambos vinos que tradicionalmente se usan para brindar tras los postres, pero que dan mucho más juego. Pueden perfectamente iniciar una comida como aperitivo, e incluso según el plato acompañarnos toda ella. Así, si nos decidimos por cocido o asado podemos continuar comiendo con ellos perfectamente. Como recomendación, si se decide por esta opción, es no escoger uno que sea muy dulce. Un Brut, Extra Brut o Brut Nature. Si solamente es para brindar elige el que más te guste sin mirar su contenido en azúcar.

Para finalizar los vinos dulces. Estos son vinos que por su alto contenido en azúcares deben de ir como cierre a una comida, hay quien los sirve como aperitivo, pero personalmente, a no ser que sea muy ligero (vino blanco dulce, Frizzante, Moscatel, Moscato,...etc.) no lo recomiendo. Los podemos servir junto a los postres o bien acompañando los típicos dulces navideños.

Estas son unas pequeñas pistas para armonizar vinos y platos, y también momentos. El maridaje no es una ciencia exacta, cierto es que existen ciertas reglas que hacen que disfrutemos del conjunto, pero eso dejémoselo a los expertos. En nuestro caso la cuestión reside en disfrutar tanto de la comida como del vino y si esto puede ir emparejado mucho mejor. Recuerda, el mejor maridaje es el que más te guste a ti.

David Manso
Licenciado en Marketing y apasionado del vino.
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