España rechaza la propuesta del Parlamento Europeo sobre promoción y etiquetado del vino

La Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV) se opone a algunas de las medidas que el Comité de Medio Ambiente, Salud y Seguridad Alimentaria del PE propone sobre la Estrategia de la UE en materia de Alcohol y que serán votadas a finales de abril por el Parlamento Europeo en pleno.

Madrid

Miércoles 08 de Abril de 2015

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El Comité de Medio Ambiente, Salud y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo (COMENVI) aprobó el pasado 31 de marzo una propuesta de resolución sobre la Estrategia en materia de Alcohol en la UE que será votada por el pleno del Parlamento Europeo entre el 27 y el 30 de abril. De adoptar el Parlamento Europeo dicha propuesta de resolución se estaría solicitando a la Comisión Europea una reorientación de la Estrategia en materia de Alcohol en algunos puntos importantes para el sector del vino, recomendándose, por un lado, la eliminación de fondos europeos para promoción, tanto para el consumo moderado de vino en la UE, como para la promoción en países terceros, y por otro, que en el etiquetado del vino se incluyan alertas sanitarias.

La Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas es contraria a estas medidas, por considerarlas injustas, contradictorias y alejadas de la estrategia llevada a cabo por la propia UE en esta materia en los últimos años, plasmada, entre otras medidas, en el Programa de Apoyo al Vino y en el Reglamento de Promoción de Productos Agroalimentarios de la UE, aprobados recientemente por las instituciones europeas y que plasman, negro sobre blanco, la asignación de fondos para promoción del vino en países terceros y para informar sobre consumo moderado y sobre el sistema de denominaciones de origen y figuras de calidad de la UE en mercado interior.

La actual Estrategia en materia de Alcohol de la UE fue evaluada positivamente en 2012 y buena parte de la propuesta de resolución del COMENVI del pasado día 31 propone precisamente profundizar y seguir desarrollando dicha estrategia, por lo que las medidas antes mencionadas resultan incomprensibles. En esa estrategia figura la importancia de promover pautas de consumo responsables de bebidas alcohólicas y reforzar la educación, como eje fundamental sobre el que deben girar las medidas a adoptar en esta materia, algo en lo que CECRV está completamente de acuerdo.

Con todo, la propuesta de resolución tiene también otros elementos positivos, como el reconocimiento de que en el ámbito de la UE existen diversos patrones de consumo de alcohol en los diferentes Estados Miembros, que hacen que haya que atender también a factores sociales o culturales, permitiéndose articular medidas nacionales que se adapten y tengan en cuenta esos factores. Esto es un reconocimiento implícito a que en no todos los países de la UE se consume alcohol de la misma manera ni en la misma medida, así como también a que no todas las bebidas alcohólicas tienen la misma cuota de responsabilidad en el consumo abusivo de alcohol que pueda darse en determinados países y/o sectores de la sociedad. Con frecuencia se olvida que el vino está definido como alimento por la legislación española y también su inclusión en la dieta mediterránea y el beneficioso efecto de un consumo moderado.

Desde CECRV, siempre se ha defendido la conveniencia de un enfoque educativo y multidisciplinar para abordar los posibles problemas derivados del abuso del alcohol, discriminando con claridad patrones de conducta y especificidad de cada una de las bebidas alcohólicas. Asimismo, la auto-regulación del sector vitivinícola en este ámbito juega un papel fundamental. Toda estrategia efectiva y adecuada en este sentido debe poder reunir a diferentes sectores de la sociedad (educativo, sanitario, la propia industria, consumidores…), permitiendo llevar a cabo una acción coordinada, con medidas educativas y el establecimiento de patrones adecuados de consumo adaptados a la realidad social y cultural de un producto que forma parte del “ADN” de nuestro país.

Por otra parte la Conferencia se opone con la misma firmeza a la inclusión en el etiquetado del vino de alertas sanitarias, lo que, entre otras cosas, sólo contribuiría a estigmatizar un producto natural. A juicio de CECRV, educar en el consumo responsable de vino nada tiene que ver con incluir información en etiquetas cuyo tamaño medio está en torno a los 50 cm2 y que no dejan de ser canales de información indirecta para el consumidor, del que éste espera obtener información relacionada con la calidad, el proceso de elaboración y el origen del producto, así como de las garantías que ofrecen los Consejos Reguladores para los vinos de calidad.

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