"El Cava, el Champagne y los espumosos en general, mejor del congelador"
¡Mentira! La temperatura del congelador es demasiado baja para cualquier vino. Del mismo modo en que aplicamos frío en los golpes para mitigar la inflamación y el dolor, reduciremos la expresión del vino si lo enfriamos en exceso. Cierto es que los espumosos agradecen temperaturas bajas de servicio, pero 5 ó 6 grados suelen ser suficientes para tener cierta sensación de frescor al tiempo que gozamos de toda la aromática del vino.