Alcalá de Henares
Miércoles 30 de Enero de 2013
Vinos más cercanos, más accesibles, más atractivos. En los tres últimos meses han visto la luz dos iniciativas dirigidas a hacer del vino una experiencia más personal para los consumidores y, por otro lado, para hacerles llegar una oferta de vinos que tienen una excelente calidad y precio, pero por lo general poco conocidos.
El promotor de estos proyectos ha sido Richard del Rincón, un profesional con casi 25 años de experiencia en el mercado del vino, dentro y fuera de España, que ha trabajado en cargos tanto comerciales como de dirección de compañías como Domecq Bodegas, Marqués de Griñón, Hijos de Antonio Barceló (Acciona) o Murviedro (Shenk Group).
El primero de los productos en aparecer en el mercado, en el mes de octubre, ha sido Pretextos 2008, un crianza de la Rioja Alavesa, con una producción limitada de 6.800 botellas, que ofrece al consumidor la particularidad de hacer pedidos de seis botellas en los que puede elegir y personalizar sus propias contraetiquetas, con emotivos relatos que tratan de llegar al corazón del público al que se dirigen o bien con sus propios textos, ya sea para su consumo particular o para eventos y regalos, entre otras posibilidades.
El principal argumento comercial de Pretextos 2008 se apoya en la singularidad de sus contraetiquetas y no insiste, como casi todos los vinos del mundo, en sus características, su elaboración, la temperatura óptima de servicio o los platos con los que marida. Pero hay que destacar, en todo caso, la gran calidad de este crianza elaborado por Gorka Martínez de Cañas en las Bodegas Benetakoa, en un entorno minimalista y familiar situado en Vilabuena de Álava, a partir de viñedos de más de 30 años que llegan a superar los 80 y sin productos químicos de síntesis.
La segunda parte del proyecto de Richard Rincón vio la luz el pasado mes de diciembre y se llama Vinos con Medalla. El objeto de esta empresa se centra en la distribución para hacer llegar a tiendas especializadas de toda Europa una serie de vinos premiados con medalla en los mejores concursos nacionales e internacionales del sector. Son vinos que, por lo general, provienen de pequeñas bodegas, casi siempre familiares, y poco conocidas.
El público objetivo final al que se dirige esta iniciativa son personas poco conocedoras de los vinos españoles, o que se inician en su consumo, y a quien ese desconocimiento dificulta su decisión de compra. A través de la oferta de "Vinos con Medalla" se minimiza el riesgo de decepción, ya que lo que se compra es un vino que cuenta con el reconocimiento de un concurso y el consenso en su calificación por parte del amplio grupo de expertos que formaron su jurado, todo ello en un rango muy moderado de precios. Ambos productos combinan en su estrategia de comercialización los canales online y tradicional.