Vilma Delgado
Jueves 28 de Septiembre de 2023
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El vino es un regalo de lo más personal. Son muchas las personas aficionadas a lo que esta bebida recrea en nuestro paladar y es por ello que cada vez se idean nuevas maneras de hacernos llegar ejemplares de botellas, estuches con los que deleitarse desde un primer momento y para el resto de la jornada.
Sin embargo, cuando el amante de este detalle está lejos, puede que nos compliquemos demasiado a la hora de hacerle llegar su ofrenda. Producto que requiere una especial protección, conviene que contactemos con una empresa que sepa cuáles son los protocolos, qué pasos son los que hay que dar para que el contenido llegue perfecto.
Cualquiera que haya enviado estuches de vino a cualquier amigo, familiar o compañero, sabrá de la importancia que supone proteger el contenido, conseguir que llegue a la dirección de destino sin ninguna fisura. Con parámetros sencillos pero de los que hay que estar muy pendientes, os dejamos con algunos de los que no pueden faltar:
Al transportar las botellas hasta su destinatario, vamos a pasar por ciertos sitios que igual suponen un pequeño golpe para la mercancía. Ante esto, el detalle de que la caja esté bien embalada será lo que haga que llegue a su remitente sin ningún problema, sin daños aparentes para el próximo disfrute. ¡No lo pases por alto!
La temperatura a la que llevamos el vino es también fundamental. Además del envase en el que vaya a ir, también conviene que esté en un intervalo que no haga ni frío ni calor, en ese punto de conservación que nos hace sentir tranquilos con el tipo de gestión realizada en este aspecto. ¿Lo tendrás presente para la próxima vez?
Para que el impacto ante cualquier golpe sorpresa no se tenga que lamentar, la caja debe estar completamente sellada. Por otro lado, esta característica también vale de cara al nombre del envío, a esa empresa que se hace responsable de su llegada y de que la disfruten las personas para quien se hizo el regalo en cuestión.
El medio de transporte en el que se traslada la botella igualmente juega un papel fundamental en el reglamento del envío. Además de la protección que tiene que recibir la mercancía en su propio embalaje, llevarla al sitio de destino es algo que hay que hacer con sumo cuidado.
Al igual que ocurre con la temperatura, la luz a la que se mantiene el producto que estamos enviando es otro detalle a tener en cuenta. Sin que le dé el sol de forma directa, es importante que el cristal reciba una iluminación justa, adecuada para la conservación óptima del líquido que contiene.
Como vemos, la importancia de los estuches de vino para el envío a su receptor es algo que no debemos pasar por alto. Con cantidad de empresas y/o particulares que se encargan de estos detalles, tú también tienes la oportunidad de disfrutar de un regalo único, de ese que queda bien en todas las mesas. ¿Te animas ahora con él?
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