¿Cuál es el origen de la “paradoja francesa”?

En 1990 los ilógicos resultados de un estudio provocaron la investigación que dio origen a esta paradoja

Viernes 03 de Junio de 2016

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En los países desarrollados la causa más importante de muerte está vinculada a las enfermedades cardiovasculares. Así, en Estados Unidos, dos tercios de los fallecimientos se producen por esta causa.

Además, estas afecciones cardiovasculares suelen estar a menudo asociadas a otro tipo de enfermedad como la diabetes, la obesidad o la hipertensión arterial, y a menudo acompañadas de agresiones específicas a las paredes de los vasos sanguíneos.

En consecuencia, los depósitos grasos formados por el llamado colesterol malo (LDL-coresterol) acarrean una disminución del tamaño de las venas y arterias, que se vuelven rígidas y dan origen a una enfermedad denominada arteriosclerosis, por lo que en última instancia provoca el infarto.

Estados Unidos es un país particularmente azotado por la mortalidad cardiovascular. Un millón y medio de estadounidenses son víctimas cada año de un infarto de miocardio, de los cuales más de un tercio mueren.

En Francia, por su parte, la mortalidad por crisis cardiaca es entre el 36 y el 56 % inferior a la de Estados Unidos. Lo sorprendente del dato es que un estudio realizado en 1990, origen de la paradoja, analizaba, tanto en Francia como en Estados Unidos, a individuos con los mismos factores de riesgo cardiovascular; es decir, tensión arterial, tasa de colesterol en sangre, consumo de grasas, tabaquismo, etcétera.

Así pues, se comprobó que comiendo la misma cantidad de grasas que los norteamericanos y con una tasa de colesterol idéntica, e incluso superior, los franceses tenían una mortalidad coronaria mucho menor. De aquí la paradoja francesa.

En el año 1990 la OMS (Organización Mundial de la Salud) confirmó estos datos extremos:

País Muerte por enfermedad coronaria Tasa media de colesterol
Estados Unidos 240 2,09
Francia 91 2,33

Este contraste, a primera vista ilógico, provocó la investigación sobre esta paradoja. La conclusión fue que la mortalidad coronaria es inversamente proporcional al consumo de vino en Francia.

Dicho de otra forma: Cuanto más elevado sea el consumo moderado de vino por habitante de un país, menor riesgo de mortalidad coronaria existe.

Se ha demostrado que los países consumidores de vino -Francia, Grecia, Italia y España, especialmente-, son aquellos cuya tasa de mortalidad es la más baja por esta enfermedad. Esto en contraste con los países anglosajones y sobre todo los nórdicos, que tienen un factor de riesgo cuatro veces más elevado.

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