Martes 11 de Abril de 2017
Cada maestrillo tiene su librillo y cuando de atender bien a los clientes se trata hay detalles que a los clientes le llaman la atención por sencillos.
Este es el caso del bar cafetería de barrio en el que habitualmente tomamos nuestro riojita o nuestro riberita a la hora del descaso a media mañana.
El Camarero-en-jefe coloca las botellas de vino en un discreto recipiente con agua hasta la mitad del mismo.
Así mantiene las botellas de vino tinto a una temperatura de consumo correcta.
Y cuando lo compruebo con mi tarjeta-termómetro la temperatura siempre es la buena, mas o menos.
Tampoco estamos tomando un gran reserva que sería un delito beberlo a una temperatura inadecuada.
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