Llegó el primer espumoso naranjo argentino (y del mundo)

Mariana Gil Juncal

Martes 29 de Diciembre de 2020

Elaborado bajo el método tradicional por la enóloga mendocina, Lorena Mulet de la Bodega Cruzat, es un vino nacido de uvas blancas con alma de tinto

Si algo tienen las burbujas es que irremediablemente nos invitan a alzar las copas y comenzar a brindar. Claro que hay burbujas elaboradas con distintas uvas, en distintos países y de distintos colores. Pero hasta ahora el color naranjo había empezado a aparecer solamente en vinos tranquilos. Las burbujas podían ser clásicas y blancas, quizá rosadas y por qué no hasta tintas.

"La práctica de elaborar vinos naranjos se remonta a la región de Georgia hace más de 7.000 años. En aquel entonces, era necesario potenciar el ingenio para preservar los alimentos: cuando comenzó la elaboración de blancos, se necesitaba algún sistema para evitar la oxidación y el deterioro del vino. Ahí nace la idea de la maceración de uva con sus pieles, que son las que le otorgan esa preservación", cuenta Lorena Mulet, enóloga de Bodega Cruzat.

En ese entonces, los vinos se fermentaban con levaduras indígenas -las que son propias de cada uva- en tinajas de greda (llamadas qvevri), que eran enterradas bajo la superficie para aprovechar las bajas temperaturas geotérmicas. La principal variedad utilizada en la zona era la Rkatsiteli, una uva bastante neutra similar al Ugni blanc. Se utilizaba este varietal, no tan expresivo, para darle mayor aroma y complejidad.

"Los orange wines o vinos naranjos no son otra cosa que vinos blancos fermentados como tintos. De ahí su color más oscuro como resultado de la fermentación y maceración del mosto con las pieles de la uva", explica Mulet.

La gama de tonalidades naranjas varía en función del tiempo que dure la maceración, la variedad de uva elegida y la madurez. Más allá que su color suele ser ámbar, en la legislación argentina aún no está considerada la categoría de vinos naranjos y actualmente se enmarcan dentro de los vinos rosados.

Lorena Mulet enóloga de Bodega Cruzat

¿Cómo surgió la idea de elaborar el espumante naranjo?

Todos los años realizamos diferentes trabajos de investigación en los que analizamos y evaluamos diferentes técnicas que consideramos que vale la pena que el mercado conozca, desde las más nuevas hasta las más ancestrales. Tanto Cruzat Pet Nat, uno de los lanzamientos de la bodega este año, como el reciente espumante naranjo, forman parte de ese recorrido: las pruebas cumplieron con la calidad que buscábamos y los lanzamos orgullosos.

¿Cuál fue el desafío más grande de esta elaboración?

Lo más desafiante fue encontrar el punto justo de maduración de la uva y determinar si la maceración la hacíamos sólo con las pieles, o pieles y escobajo. En la obtención del vino naranjo se corre el riesgo de que aparezcan gustos y aromas herbáceos y amargos, que con las burbujas se potencian y no son agradables. Luego de varios ensayos, pudimos encontrar ese punto de maduración deseada y lograr con la maceración de la pieles y semillas un color muy delicado, acompañado de aromas y sabores increíbles.

¿Cómo describirías al vino?

Es un vino espumoso obtenido a través de la maceración de Chardonnay fermentado con levaduras indígenas y con sus pieles, tal como se elaboran los vinos tintos: es por eso que decimos que es un espumante de uvas blancas con alma de tinto. La segunda fermentación, realizada en botella bajo el método tradicional o champenoise, le otorga una complejidad adicional, dando como resultado un espumante único, original y con gran explosión de sabor. En este caso, el primer espumoso naranjo del mercado, ya que hasta el momento no existían vinos espumosos dentro de esta categoría.

En el aroma se percibe una gran cantidad de descriptores que le dan una complejidad asombrosa. Entre ellos se destacan la ciruela, pera, lima, miel, damasco, fruta madura y cereza. En boca es fresco, persistente, con taninos redondos, estructurado y una acidez equilibrada e integrada con su dulzura.

¿En qué situaciones de consumo lo imaginás?

Es un espumoso muy versátil, que tiene la frescura de un vino blanco, pero con la estructura de un tinto. Creemos que es un producto muy bien logrado y que le permite al consumidor descubrir colores, aromas y sabores diferentes a los que está acostumbrado con los espumantes tradicionales.

Y si las burbujas son las más invitadas a los brindis, recordemos que también uno de los estilos de vinos más versátiles para acompañar comidas. ¡Y las burbujas naranjas mucho más! Ya que tienen la frescura de los vinos blancos, con la estructura de los tintos. Por eso el naranjo de Cruzat acompaña a la perfección desde platos protagonizados con frutos de mar o pesca de río, hasta preparaciones saladas como mollejas, quesos o carnes rojas. Esta primera cosecha, la 2020, solo se elaboraron diez mil botellas, dirigidas principalmente al mercado interno. Quien sabe el año próximo el oleaje de burbujas naranjas ya pueda recorrer el mundo entero.

Datos técnicos del espumoso naranjo

  • Variedad de uva: Chardonnay
  • Origen: Luján de Cuyo, Mendoza
  • Fecha de cosecha: 5 de febrero de 2020
  • Cosecha: Manual
  • Tiempo sobre lías: 6 meses
  • Categoría: Extra Brut

Técnica de elaboración del vino

La uva fue despalillada y macerada en frío durante 25 días. Luego se subió la temperatura gradualmente, comenzando la fermentación con levaduras indígenas. Posteriormente se realizó un prensado suave dando como resultando un vino blanco de color naranjo pálido y con una gran concentración de aromas y sabores. Posteriormente se realizó la segunda fermentación en botella bajo el método tradicional, dejando el espumante durante 6 meses en contactos con sus lías.

Mini Bio de la dama de las burbujas

Desde hace casi una década, Lorena Mulet (41) es la encargada de dar vida a los espumosos de Bodega Cruzat, la única bodega argentina dedicada exclusivamente a la elaboración de vinos espumosos bajo el método tradicional.

Siempre vinculada laboralmente al mundo de los espumosos, hoy figura entre las mujeres más relevantes de la industria vitivinícola. Junto a Pedro Rosell, a quien conoció cuando estudiaba enología en la facultad de agronomía y la convocó para ser parte del proyecto, forma un equipo de trabajo que entiende que la paciencia y el trabajo en conjunto son la clave para obtener buenos resultados.

Mariana Gil Juncal
Licenciada en comunicación social, periodista y sumiller.

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