Laia Acebes
Lunes 15 de Diciembre de 2025
En el corazón del histórico distrito de Higashiyama, donde los templos centenarios dialogan con jardines secretos y la vida fluye al compás pausado de la tradición japonesa, se alza el Four Seasons Hotel Kyoto. Más que un alojamiento, es un refugio donde el tiempo se detiene y cada detalle invita a la contemplación.
Diseñado por Hirsch Bedner Associates, el hotel combina la pureza del minimalismo japonés con la calidez de los materiales naturales. Su alma late en Shakusui-en, un jardín privado del siglo XII, donde el reflejo del agua y el susurro del viento marcan el ritmo de la estancia. Aquí, la quietud se convierte en un lujo absoluto.
Con 123 habitaciones y suites que reinterpretan la estética del ryokan clásico con el confort contemporáneo característico de Four Seasons, los ventanales se abren a los cerezos en flor, las colinas de Higashiyama y los tejados de los templos vecinos. La filosofía omotenashi, hospitalidad japonesa por excelencia, impregna cada gesto, anticipando deseos antes de que se expresen. Cada estancia, cada rincón, se convierte en un santuario personal.
La experiencia se completa con una propuesta gastronómica que rinde homenaje a los ingredientes locales. Brasserie, el restaurante insignia, combina técnica europea con sensibilidad japonesa, mientras Sushi Wakon, liderado por el chef Rei Masuda, galardonado con estrella Michelin, ofrece un ritual íntimo y ceremonial que convierte cada bocado en un acto de arte. En el Tea Lounge, la ceremonia del té se disfruta frente al jardín, y The Lounge & Bar permite contemplar el estanque iluminado al caer la tarde con un cóctel en mano.
El spa del hotel es un santuario de serenidad, donde terapias japonesas ancestrales se mezclan con rituales modernos de bienestar. La piscina interior, rodeada de luz tenue y piedra natural, evoca los tradicionales onsen, ofreciendo una experiencia de calma absoluta. Para quienes buscan sumergirse en la cultura local, el Four Seasons organiza experiencias exclusivas: meditación zen en templos, paseos guiados con artesanos y maestros del ikebana, o clases de caligrafía japonesa.
Four Seasons Hotel Kyoto redefine el lujo a través de la quietud, el equilibrio y la conexión con la belleza cotidiana. Cada amanecer entre bambús, cada taza de té compartida, cada paseo por sus jardines privados, es una celebración del arte de vivir. En Kyoto, la serenidad se convierte en un lujo tangible, y el Four Seasons en el epicentro de esa experiencia.