El Hierro, V Siglos de viticultura heroica

Un año más, en la pasada edición ya estuvieron presentes, la DOP El Hierro se presentan en el Salón de los Mejores Vinos de España de la Guía Peñin. En esta edición XXV la temática elegida para su presentación en la sala de catas ha sido un reconocimiento a sus orígenes, a su historia, a sus vinos del fin de mundo bajo el título: "V siglos de viticultura heroica" dirigida por Alfredo Hernández, Director Técnico de DOP El Hierro.

Las primeras referencias sobre los inicios de la viticultura en El Hierro datan del año 1526 cuando John Hill plantó las primeras viñas en sus suelos, algo que no está documentado, pero de lo que si están seguros los herreños, y esto sí está documentado, es de la descripción realizada por Thomas Nichols un mercader de azúcar que llegó a la isla en el año 1526 en la que define a El Hierro como "la montaña de la viña", atestiguando cinco siglos de tradición en el cultivo de la vid, al menos, ya que seguramente su cultivo ya existía con anterioridad a esta fecha.

Alfredo pone en valor varios aspectos de la isla. Su aislamiento es un hándicap, su lejanía al continente y a la propias islas del Archipiélago Canario, El Hierro es la más meridional, hacen que llegar a ella sea más dificultoso, pero a su vez este aislamiento es una situación que ha aportado otros valores más positivos; contar con variedades de uva autóctonas y únicas, librarse de la temida filoxera o contar con fértiles suelos de origen volcánico. Alfredo recuerda otra fecha importante para ellos, el año 1.992 cuando nace la Denominación suponiendo un salto cualitativo para las bodegas y vinos de El Hierro.

La viticultura practicada en El Hierro, señala Alfredo, es heroica. Los viñedos se asientan en escarpadas laderas en las que se hace imposible usar maquinaria alguna, tanto las tareas como vendimiar han de hacerse manualmente. Sus viñedos son en un 80% asimétricos, la vid es cultivaba en pequeños minifundios por los 250 viticultores que trabajan las 124 ha. que comprende la denominación que cuenta con 13 bodegas inscritas. Suelos volcánicos, clima atlántico y variedades autóctonas como Verijariego, Gual, Verdello o Baboso Negro, junto a otras como Listan, Blanco y Negro o Bremajuelo dan como resultado unos vinos únicos y muy particulares. Para ello desde la DOP El Hierro proponen una cata de vinos en la que están presentes tanto los blancos, como los tintos los dulces. Las elaboraciones en blancos presentan alta acidez, mineralidad, intensidad aromática media, y para aquellos que pasan por barrica esta está bien integrada en el vino. Sus tintos son rústicos, intensos, tánicos y con alta graduación. Antaño estas elaboraciones llegaban sin encabezarse a los 17º, hoy el grado alcohólico se ha reducido entre los 12º- 15º  haciéndoles más amables. Sus vinos dulces son un sello de identidad de la isla y han sido reconocidos en concursos nacionales e internacionales y se elaboran bajas producciones. Son intensos, su nivel azúcar es alto y está presente pero no es apreciable en boca a su cata gracias a la acidez. Sin duda unas joyas enológicas de gran complejidad.

Unos vinos en general de los que no se realizan grandes producciones. Encontramos vinos en los que las bodegas elaboran 1.700 botellas, 300 litros o únicamente 400 unidades. Autenticidad, diversidad, variedad y rustiqueza definen a estos vinos llegados del fin del mundo nacidos de una viticultura heroica en mitad del Atlántico.