¿Qué secretos guarda un vino reserva 1991 que espera hasta 2041 en la caja de máxima seguridad del Instituto Cervantes?

El Instituto Cervantes y la FEV depositan una botella de 1991 en la Caja de las Letras

Viernes 12 de Abril de 2024

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El Instituto Cervantes y la Federación Española del Vino (FEV) han vuelto a unir fuerzas en un acto que celebra la rica intersección entre vino y cultura. Este viernes, 12 de abril, en un evento marcado por la tradición y el reconocimiento del legado cultural, se ha llevado a cabo la renovación de un depósito muy especial en la Caja de las Letras del Cervantes en Madrid. El objeto depositado ha sido una botella de vino reserva del año 1991, coincidiendo con el año de fundación del Instituto Cervantes. Este vino, destinado a seguir madurando hasta 2041, descansará en la caja número 1458, etiquetada como "Oda al vino". Este nombre no es aleatorio, sino un homenaje al manuscrito original de la obra de Pablo Neruda, depositado en un acto anterior.

La elección del vino no ha sido menos significativa, proveniente de la bodega Marqués de Riscal, que representa a la FEV. La botella lleva una etiqueta conmemorativa que evoca ese primer legado del manuscrito de Neruda, una elección que profundiza los lazos entre la literatura y el vino. La apertura de esta botella está programada para coincidir con el 50º aniversario del Instituto Cervantes en el año 2041, un momento que, sin duda, será otro punto de encuentro entre la historia, la literatura y la vinicultura.

Durante el acto, Pedro Ferrer, presidente de la FEV, ha resaltado la similitud entre la Caja de las Letras y las bodegas tradicionales. Ambas sirven como cápsulas del tiempo donde se preservan no solo vinos, sino también historias y legados. Según Ferrer, el vino encapsula más de 7.000 años de historia vitivinícola y una infinidad de referencias culturales que justifican su lugar en este emblemático espacio del Cervantes. "El vino ha inspirado a escritores, artistas y pensadores, y es natural que tenga un espacio propio donde su legado pueda ser conservado junto a otros objetos de relevancia cultural", comentó.

Por su parte, Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, ha enfatizado el papel del vino como elemento cultural y como vehículo de riqueza social. "Defender la lengua y la cultura españolas es también promover los espacios de diálogo y entendimiento. Y qué mejor forma de hacerlo que compartiendo una buena copa de vino", señaló García Montero. Este comentario no solo subraya la importancia del vino en la cultura española, sino que también destaca su papel en el fomento del diálogo y el entendimiento intercultural.

El acto también sirvió para recordar colaboraciones pasadas, como la extracción de material depositado en 2020 en la caja número 1448, que incluía una colección de fotografías personales y correspondencia de Mario Benedetti, en conmemoración del centenario del nacimiento del escritor uruguayo. Este gesto subraya cómo el vino y la cultura literaria están profundamente entrelazados en el legado cultural que ambas instituciones buscan preservar.

Además de renovar su compromiso con la conservación del legado cultural del vino, la FEV y el Instituto Cervantes han colaborado en varios proyectos, como la publicación de "La bodega literaria española" y la organización de catas culturales de vino. Estas iniciativas no solo difunden la cultura del vino, sino que también destacan su relación con la literatura y la lengua españolas, reforzando su papel en la educación y en la difusión de la cultura española a nivel mundial.

Este evento es un recordatorio de que el vino, más allá de ser simplemente una bebida, es un portador de historia y cultura. La colaboración entre el Instituto Cervantes y la FEV no solo celebra este hecho, sino que también asegura que el legado cultural del vino siga inspirando a futuras generaciones en todo el mundo.

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