Francia será el primer productor mundial de vino del planeta en 2023

La baja cosecha de Italia y un incremento en el país galo permitirá el sorpasso

Viernes 03 de Noviembre de 2023

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Francia es el líder absoluto a la hora de hacer caja con el vino, solo ella obtiene más ingresos que su segundo y tercer rival juntos (Italia y España, respectivamente). Sin embargo, Francia no es la que más vino produce, ese podium es para Italia, aunque eso ahora podría cambiar. 

De este modo, Francia está en camino de superar a Italia como el principal productor de vino del mundo para el año 2023, según las últimas estimaciones de la agencia de estadísticas del ministerio de Agricultura francés, Agreste. Esta proyección coloca a Francia en una posición prominente en el ámbito vitivinícola global, un título que había sido ostentado por Italia desde 2007, con la excepción de los años 2011 y 2014 que fue para España. Las cifras actuales anticipan una producción francesa de 46 millones de hectolitros, manteniendo así los niveles de 2022 y superando en un 3% el promedio de los últimos cinco años.

Este cambio en la cima de la producción vitícola se atribuye a una cosecha menos prolífica en Italia, donde se prevé una caída significativa en la producción, pasando de 50 millones de hectolitros en el año anterior a aproximadamente 43 millones. La organización agrícola más representativa de Italia, Coldiretti, ha señalado que el país ha sufrido una temporada complicada debido a condiciones meteorológicas adversas que han disminuido la producción nacional en un 14%, con descensos de hasta un 50% en algunas zonas del centro y sur del país.

Jean-Marie Cardebat, economista y especialista en la economía del vino de la Universidad de Bordeaux, ha enfatizado que el regreso de Francia a la primera posición es emblemático, aunque lo cataloga como un fenómeno circunstancial, atribuyéndolo en parte al ataque de enfermedades como el mildiu en los viñedos italianos.

En Francia, la producción ha sido variable en las diferentes regiones vitivinícolas. Mientras que la presencia de mildiu y las olas de calor han mermado la producción en áreas como Burdeos y el suroeste, y la sequía ha afectado al Languedoc y Roussillon, otras zonas como las Charentes han tenido condiciones más favorables, según señala Agreste.

La demanda mundial de vino también ha experimentado una disminución, particularmente desde China. Esta situación, sumada a la reducción de la producción italiana, podría tener un efecto positivo al reducir la presión sobre los precios del mercado, sugiere Cardebat.

El panorama vitivinícola está sujeto a la volatilidad del clima y las enfermedades que afectan a las viñas. La reacción del mercado a estos cambios en la producción será crucial para entender cómo se reconfigurará el equilibrio global en la industria del vino. La situación actual subraya la necesidad de adaptación y resiliencia en el sector ante los desafíos presentados por el cambio climático y otros factores ambientales.

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