Martes 30 de Diciembre de 2025
La Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) ha presentado una actualización de su Código de Comunicación Comercial del Vino, que entrará en vigor el 1 de enero de 2026. Esta revisión introduce directrices específicas para la publicidad en redes sociales y a través de influencers, con el objetivo de adaptar la autorregulación del sector vitivinícola a los nuevos canales digitales y reforzar la comunicación responsable, especialmente entre los consumidores más jóvenes.
El nuevo código establece que toda comunicación comercial sobre vino debe promover el consumo moderado y responsable. Para ello, será obligatorio incluir el mensaje “EL VINO SOLO SE DISFRUTA CON MODERACIÓN” y el logotipo del programa “Wine in Moderation” en todas las comunicaciones visuales. Estos elementos deberán ser claramente visibles y legibles, ocupando al menos un 1% del espacio del anuncio. En televisión y cine, el mensaje deberá aparecer durante al menos dos segundos en una sobreimpresión fija. En medios digitales, como páginas web o redes sociales, el logotipo y el mensaje deberán figurar en un lugar permanente y visible.
La actualización también regula la publicidad realizada por influencers. Se considera contenido publicitario cualquier publicación que promocione un producto y sea fruto de una colaboración con contraprestación, ya sea económica o en especie. En estos casos, las publicaciones escritas deberán incluir las frases “El vino solo se disfruta con moderación. No compartir con menores de 18 años”, además del hashtag #WineinModeration si se desea. En piezas audiovisuales, como stories o vídeos cortos, estas frases o los logotipos correspondientes deberán aparecer sobreimpresionados.
El código recomienda a las empresas del sector trabajar únicamente con influencers mayores de edad cuya audiencia sea mayoritariamente adulta (más del 70%). Además, se aconseja evitar colaboraciones con personas que hayan mostrado comportamientos de consumo abusivo en el pasado. Los acuerdos entre empresas e influencers deben formalizarse por escrito e incluir la obligación de cumplir con el código y de identificar claramente el contenido como publicitario. También se recomienda utilizar mecanismos de verificación de edad en las plataformas digitales cuando sea posible.
En cuanto a la protección de colectivos vulnerables, el código prohíbe cualquier comunicación dirigida a menores o que muestre a menores consumiendo vino. Tampoco se permite utilizar elementos visuales o sonoros que puedan resultar atractivos para este grupo, como personajes infantiles o música dirigida a niños. Las páginas web deben contar con sistemas de control de edad para restringir el acceso a menores. Asimismo, está prohibido sugerir que la abstinencia es signo de inmadurez.
Respecto al embarazo y la conducción, la normativa impide mostrar a mujeres embarazadas bebiendo vino o dirigirles mensajes específicos. También prohíbe asociar el consumo de vino con la conducción de vehículos, el manejo de maquinaria peligrosa o cualquier actividad laboral o recreativa que implique riesgo.
El código establece límites claros sobre los mensajes relacionados con atributos personales y sociales. No se puede sugerir que el vino tiene propiedades saludables ni que previene enfermedades. Tampoco está permitido asociar su consumo con éxito social, aceptación personal, mejora del rendimiento físico o mental ni aumento del atractivo sexual. Las imágenes utilizadas no deben ser degradantes ni discriminatorias.
La supervisión y cumplimiento del código corresponde a AUTOCONTROL, entidad encargada de gestionar un sistema de consulta previa para anuncios televisivos y un procedimiento para reclamaciones presentadas por consumidores, empresas o administraciones públicas. Las empresas adheridas al código deben acatar las resoluciones emitidas por AUTOCONTROL y modificar o retirar la publicidad si así se requiere. En caso de incumplimiento reiterado, OIVE puede revocar la adhesión al código e incluso acudir a los tribunales si no se respetan las decisiones adoptadas.
El documento incluye anexos técnicos para facilitar su aplicación práctica: un libro de estilo para el uso correcto del logotipo “Wine in Moderation”, pictogramas recomendados para reforzar mensajes sobre colectivos en riesgo (menores, embarazadas y conductores) y una guía detallada para la publicidad digital e influencer marketing.
Con esta actualización, OIVE busca reforzar su compromiso con la responsabilidad social y adaptar sus normas a los hábitos actuales de consumo informativo y publicitario. La organización anima a todas las empresas del sector vitivinícola español a adherirse al código para transmitir un mensaje conjunto sobre la importancia del consumo moderado y responsable del vino como parte de la cultura y tradición mediterránea.