Pisco y tradición: sabores del mes morado y su maridaje

Piscos & Tacos

Jueves 30 de Octubre de 2025

La Asociación Piscos&Tacos propone armonías entre el destilado peruano y los postres típicos de octubre

En el Perú, el Pisco es el destilado bandera: es herencia, memoria y compañía fiel de nuestras fiestas tradicionales. En este mes morado, mientras la ciudad espera con devoción al Señor de los Milagros, llegan también aromas y sabores propios: El turrón de Doña Pepa, el Pisco con la cepa Negra Criolla, los picarones, el arroz con leche, la mazamorra morada, la chicha morada son una fiesta tradicional que tiene un maridaje o armonización propia. Cada receta trae consigo historia, y cada sorbo de Pisco puede acompañarla con armonía cada potaje.

Tradición y gastronomía en octubre

Nuestra Asociación Piscos&Tacos lleva más de doce años realizando "Maridaje por tradición", como ustedes saben, hay muchos tipos de armonizaciones en las catas. En Lima durante las procesiones del Señor de los Milagros —la fiesta costumbrista de mayor arraigo en el Perú — las calles se llenan de morado, inciensos, cánticos, y también de ofrendas culinarias al paso del anda. Entre ellas destacan:

Turrón de Doña Pepa con Pisco cepa Negra Criolla

Aquí tenemos el enlace de la miel y el anís del turrón con los recuerdos a manzana, durazno, chocolate que nos invita esta cepa pisquera

Picarones con Pisco cepa Torontel

La hojita de higo y la miel del picarón conjugan una fiesta con la cepa Torontel y sus recuerdos de aromas a hierba luisa y manzanilla.

Arroz con Leche con Pisco cepa Mollar

El arroz con leche muy conocido en varios países: canela y vainilla se unen con la cepa Mollar que nos regala mieles, manzana y plátano.

Mazamorra Morada con Pisco cepa Italia

La acidez que tiene la mazamorra morada y el recuerdo de lo cítrico envuelve al paladar en una tradición que lleva años.

Estos sabores, intensos en aromas, colores y matices, ofrecen una oportunidad maravillosa para maridar con Pisco de forma creativa, poética y deliciosa.

En este "Octubre morado", cuando las almas se inclinan en procesión y los altares huelen a mirra y azucena, el Pisco se ofrece como compañero: no para opacar la tradición, sino para elevarla. Que cada sorbo sea un puente entre lo humano y lo divino, entre lo dulce del turron y lo etéreo de su esencia. Que así, nuestra tierra y nuestra copa estén ceremoniosamente unidas.

Redacción por:
Lorena Pro
Bartender y comunicadora

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