Martes 30 de Diciembre de 2025
El enoturismo en Canarias ha experimentado una transformación importante en los últimos años. La actividad, que antes se limitaba a la visita a bodegas, ahora abarca el paisaje, la cultura, la historia y la economía local. Gabriel Santos García, coordinador general de la Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias, explica que el sector ha alcanzado un punto de madurez tras años de colaboración entre el sector privado, las administraciones públicas y la Universidad de La Laguna.
Según Santos García, el enoturismo ya no es una actividad complementaria en el archipiélago. Se ha convertido en una herramienta estratégica para diversificar la oferta turística y poner en valor tanto el sector primario como el territorio. Este avance llega en un momento delicado para Canarias, que cerrará 2025 con más de 20 millones de turistas y una presión notable sobre su territorio. Ante esta situación, el agro-enoturismo se presenta como una necesidad para avanzar hacia un modelo turístico más equilibrado y con mayor valor añadido.
La Cátedra de Agroturismo y Enoturismo ha jugado un papel central en este proceso. Su enfoque se basa en la transferencia de conocimiento entre la universidad y el sector empresarial. El equipo lleva el conocimiento académico al sector, pero también incorpora las necesidades reales del sector a las aulas. Cuando la estructura académica tradicional no puede responder a una demanda técnica concreta, buscan activamente a profesionales líderes para cubrir esa necesidad. De este modo, aseguran que la formación esté alineada con la realidad socioeconómica de Canarias.
Uno de los logros recientes ha sido la consolidación de un “hub empresarial” donde bodegas y empresas turísticas colaboran con las administraciones públicas y el ámbito académico. Este ecosistema permite acompañar al empresario con conocimiento aplicado y herramientas prácticas para mejorar la rentabilidad, profesionalizar la gestión y adaptar la oferta a las nuevas demandas del mercado.
Santos García señala que uno de los principales problemas estructurales es la falta de alineación estratégica entre las áreas regionales de turismo y sector primario. Mientras esta desconexión persista, será difícil que el agro-enoturismo encuentre puntos comunes para desarrollarse con solidez. Además, considera fundamental que los propios empresarios y profesionales del sector primario crean en las oportunidades reales que ofrecen el agroturismo y el enoturismo como actividades generadoras de valor.
La profesionalización del sector es otro aspecto clave. El reconocimiento del enoturismo como segmento turístico diferenciado implica dotarlo de una estructura coherente y estrategias específicas de promoción. Esto ayuda a evitar la banalización de la experiencia y garantiza calidad, formación y protagonismo real del territorio. La reciente aprobación del Certificado Profesional en Enoturismo supone un avance importante: por primera vez existe un marco reglado que define competencias claras para los profesionales del sector.
La Cátedra planea implantar microcredenciales, formaciones ágiles que permitirán acreditar competencias específicas de forma flexible. Así se facilita la actualización constante del talento profesional y se garantiza una experiencia turística con identidad propia.
El trabajo social también ocupa un lugar relevante dentro de la Cátedra. Se promueve activamente la igualdad y el papel de la mujer en el sector primario y el agroturismo mediante investigación, formación y transferencia de conocimiento. Visibilizar el liderazgo femenino, apoyar el emprendimiento rural e impulsar oportunidades para jóvenes y mujeres son acciones consideradas imprescindibles para asegurar el relevo generacional y un desarrollo rural sustentable.
En cuanto a su proyección exterior, Canarias mantiene relaciones estratégicas con otros territorios insulares como Azores o Madeira, compartiendo problemas como la insularidad o la fragilidad del paisaje. La cooperación permite intercambiar buenas prácticas e impulsar una visión atlántica común sobre enoturismo y agroturismo. América Latina, especialmente Brasil, también figura como socio prioritario para transferir conocimiento e innovar conjuntamente.
Gabriel Santos García subraya que el agro-enoturismo puede ayudar a conservar el paisaje agrario, generar rentabilidad y atraer mano de obra cualificada al campo canario. Si los profesionales perciben oportunidades reales a través del turismo vinculado al sector primario, aumentarán las posibilidades de futuro para las zonas rurales del archipiélago.
Gabriel Santos García es técnico en gestión turística y sector primario en la Fundación General de la Universidad de La Laguna. Cuenta con más de veinte años de experiencia vinculada al enoturismo, turismo gastronómico y turismo activo. Ha liderado proyectos que han posicionado a Canarias como referente nacional e internacional en integración del sector primario con el turismo y promoción del producto local bajo modelos igualitarios y sustentables.