Diez Siglos lanza 900 botellas de un verdejo criado al sol en damajuanas recuperando una técnica casi perdida

Miércoles 03 de Diciembre de 2025

La bodega de Serrada homenajea la tradición local con un vino blanco único elaborado con uvas de viñas plantadas en 1985

La bodega Diez Siglos, situada en Serrada (Valladolid), ha presentado este miércoles, 3 de diciembre, una edición limitada de su nuevo vino 1985. Se trata de un blanco elaborado con uvas verdejo, la variedad más común en la zona de Rueda y una de las más consumidas en España. La producción se limita a 900 botellas y busca recuperar el método tradicional de crianza oxidativa al sol en damajuanas, una técnica que casi ha desaparecido en la región.

El proceso comienza con la selección de uvas verdejo procedentes de viñas plantadas en 1985 en el paraje conocido como La Coma Alta. Estas vides, que han soportado décadas de clima continental, aportan un perfil singular al vino. Tras la fermentación, el vino se traslada a 120 damajuanas de vidrio, que se colocan al aire libre durante un año completo. Allí, el sol y los cambios térmicos diarios transforman el vino mediante una crianza oxidativa lenta y natural.

Noelia Santamaría, una de las enólogas responsables del proyecto, explica que este método requiere paciencia y vigilancia constante. El trabajo es manual y no intervienen máquinas. Según sus palabras, observar cómo el vino evoluciona día a día bajo la acción del sol ha sido una experiencia enriquecedora para todo el equipo.

Después del periodo en damajuana, el vino pasa a barricas de roble francés durante 24 meses. En estas barricas se mezclan vinos de cosechas anteriores siguiendo un sistema similar al de las soleras jerezanas. Este método permite que cada barrica aporte homogeneidad y continuidad al producto final.

Laura Rubio, también enóloga en Diez Siglos, señala que la intención era recuperar una tradición local casi olvidada. Para ello estudiaron cómo se elaboraban los antiguos vinos envejecidos de Serrada y decidieron reproducir ese proceso con rigor. El resultado es un vino dorado, con estructura y complejidad aromática, que según la bodega refleja fielmente el carácter del terruño y la variedad.

El nombre 1985 hace referencia al año en que se plantaron las viñas utilizadas para este vino. Antonio de Íscar, director general de Diez Siglos, explica que su familia lleva generaciones dedicada a la viticultura en Serrada. Recuerda que las damajuanas formaban parte del paisaje cotidiano cuando era niño y considera este proyecto como un homenaje a sus antepasados y a todas las familias viticultoras del municipio.

La edición limitada de 900 botellas ya está disponible a través de la tienda online Un Club de Diez. El lanzamiento coincide con un interés internacional por los vinos oxidativos, una forma histórica de vinificación que está ganando seguidores entre sumilleres y coleccionistas. Con esta iniciativa, Diez Siglos busca poner en valor una técnica tradicional y ofrecer un producto diferente dentro del mercado nacional e internacional del vino blanco.

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