La bodega Figuero se consolida como destino enoturístico en la Ribera del Duero

Martes 05 de Noviembre de 2024

Un recorrido íntimo por los viñedos y la tradición familiar

La bodega Figuero, en el corazón de la Ribera del Duero, se ha convertido en un destino destacado para el enoturismo. Abriendo sus puertas al público, esta bodega familiar invita a una experiencia inmersiva de la mano de sus propios fundadores y descendientes. Desde hace más de dos décadas, tres generaciones de la familia García Figuero comparten su pasión por el vino y sus viñedos, con el objetivo de acercar al visitante a la esencia de la viticultura de la región y a los secretos detrás de sus reconocidos vinos. La familia se ha consolidado como anfitriona de visitas guiadas en las que cada rincón de la bodega y cada aspecto del proceso de elaboración son presentados de primera mano por alguno de sus miembros, en un ambiente íntimo y cercano.

La experiencia en Figuero no se limita a una visita técnica. La familia se enfoca en crear una vivencia auténtica que permite a los visitantes entender cómo los valores familiares y el amor por la tierra se reflejan en cada botella. Durante el recorrido, se recorre la historia de la familia y su papel en la D.O. Ribera del Duero, que comenzó mucho antes de establecer su propia bodega en 2001. José María García y Milagros Figuero, quienes desde su juventud cultivaron viñedos que abastecieron a otras bodegas de renombre, dieron el salto hacia su propio proyecto con una clara visión de calidad. Con el tiempo, sus hijos y nietos han asumido la labor de transmitir esta herencia a través de cada visita, compartiendo conocimientos y anécdotas de su dedicación al vino.

Cada visita tiene una duración de una hora y media y se realiza los sábados al mediodía, ideal para disfrutar de una actividad en pareja o en familia. Por 20 euros por persona, los asistentes tienen la oportunidad de catar dos de los vinos emblemáticos de la casa: el Figuero 12, un vino de gran frescura y equilibrio, y el Figuero Viñas Viejas, una creación más compleja que expresa el carácter de los viñedos más antiguos de la familia. Los niños son bienvenidos, y se ofrecen también opciones personalizadas para grupos. Así, la bodega se adapta a quienes desean una jornada distinta en un entorno rural, con todas las comodidades necesarias para disfrutar en cualquier época del año.

Figuero ha sabido posicionarse con una identidad propia dentro de la Ribera del Duero, destacando por el minucioso cuidado de cada etapa de la producción. Desde la selección de las uvas hasta el envejecimiento en barrica, cada detalle está pensado para que los vinos expresen el carácter del terruño. Los visitantes pueden pasear entre viñedos y descubrir el proceso de elaboración en las instalaciones, siempre acompañados de los propios integrantes de la familia, lo cual permite una experiencia mucho más personal y detallada. Esta cercanía y la transparencia con la que se transmite el conocimiento permiten que los asistentes, sin necesidad de ser expertos en vinos, puedan aprender sobre la elaboración y apreciar el esfuerzo que requiere producir vinos de calidad.

La propuesta de Figuero responde a un modelo de enoturismo que busca hacer sentir al visitante como parte de la bodega, y no como un mero espectador. A través de las visitas y catas guiadas, la familia García Figuero comparte su legado de una manera accesible, que se ha convertido en una referencia en la región. Esta oferta turística, sencilla pero bien estructurada, ha resultado en una gran acogida entre el público, que encuentra en Figuero una experiencia completa de enoturismo en la que el vino, la historia familiar y la tradición de la Ribera del Duero se entrelazan en cada copa. Para más detalles o reservas, la bodega pone a disposición su página web.