Osborne lanza su plan estratégico 2025-2027 con foco en internacionalización y modernización

La empresa española Osborne ha aprobado su nuevo Plan Estratégico para el periodo 2025-2027. La decisión llega tras cerrar con éxito el ciclo anterior, correspondiente a los años 2022-2024, en el que la compañía logró los objetivos marcados tras la crisis provocada por la pandemia de covid-19.

Durante ese periodo, Osborne centró sus esfuerzos en recuperar su estabilidad económica. Según datos de la empresa, consiguió mejorar sus cifras de ventas, beneficio neto y ebitda, además de reducir su deuda. Estos resultados superaron los niveles previos a 2020. También aumentó la cuota de mercado de sus principales marcas y llevó a cabo inversiones industriales y tecnológicas que permitieron avanzar en la modernización de sus operaciones.

El nuevo plan estratégico se ha diseñado para responder a un entorno que la empresa considera complejo. Entre los factores que influyen en esta previsión se encuentran la inestabilidad geopolítica, las barreras al comercio internacional y una caída del consumo, especialmente en lo relacionado con bebidas alcohólicas.

Ante este escenario, Osborne ha definido cuatro líneas principales de actuación. La primera es el refuerzo de su portafolio de marcas. Para ello, prevé aumentar la inversión en sus marcas más consolidadas, lanzar nuevos productos, mantener acuerdos de distribución con terceros y estudiar posibles adquisiciones que encajen con su modelo de negocio. El objetivo es contar con un portafolio más orientado al segmento premium, con mayor presencia internacional y adaptado a las nuevas tendencias del mercado.

La segunda línea es el crecimiento fuera de España. Aunque mantendrá su interés por mercados como China y Estados Unidos, centrará sus esfuerzos en países de la Unión Europea y en el canal “travel retail”. También buscará oportunidades en Asia y Latinoamérica.

En tercer lugar, Osborne continuará con su proceso de modernización industrial. Finalizará las inversiones iniciadas en sus centros de producción y reforzará sus procesos internos para mejorar el servicio al cliente. Además, seguirá avanzando en digitalización tras haber implantado un nuevo sistema ERP que ha cambiado su forma de operar.

La cuarta línea se refiere al fortalecimiento de la marca corporativa Osborne. La empresa quiere atraer y retener talento mediante una cultura basada en valores como autenticidad, compromiso y visión a largo plazo. También mantendrá su apoyo económico a la Fundación Osborne, que desarrolla actividades sociales.

Con este plan, Osborne busca consolidar su posición financiera, crecer en facturación y reforzar tanto su presencia en el mercado español como su expansión internacional. Todo ello girará en torno al desarrollo continuo de sus marcas propias y asociadas.