Sábado 28 de Septiembre de 2024
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En Francia, el sector vinícola entra en una nueva etapa con la apertura de un centro de desalcoholización de vinos. La instalación, llamada Le Chai sobre, está ubicada en Vic-Fezensac, en el departamento de Gers, y representa la primera planta industrial de este tipo en el país. El proyecto es el resultado de la colaboración entre Moderato, una empresa especializada en vinos sin alcohol, y Vivadour, un grupo cooperativo agrícola de la región. La inauguración de este centro permite a los productores nacionales evitar el envío de sus vinos a países como Bélgica, España o Alemania para ser desalcoholizados, algo que hasta ahora era una práctica común y que conllevaba mayores costes logísticos y ambientales.
Le Chai sobre implementará una técnica llamada destilación a vacío o destilación en frío, que permite reducir la cantidad de alcohol en los vinos manteniendo sus características organolépticas. Según explica Fabien Marchand-Cassagne, cofundador y director general de Moderato, el impacto de esta instalación será tanto ecológico como económico, al reducir la huella de carbono asociada al transporte y los gastos adicionales en el proceso. Además, el centro contará con un laboratorio para realizar pruebas a pequeña escala y garantizar la calidad del vino desalcoholizado.
En su fase inicial, la planta tendrá la capacidad de desalcoholizar cerca de 50.000 hectolitros al año, lo que permitirá a Moderato producir sus propias etiquetas de vinos sin alcohol, así como prestar servicios a otros productores interesados en este segmento. La apertura de Le Chai sobre coincide con un momento complejo para el sector vinícola francés, que ha sufrido una caída en las ventas y tiene serios problemas de rentabilidad. Según Marchand-Cassagne, la producción de vinos sin alcohol podría ser una vía para dar mayor valor añadido a la uva y diversificar la oferta.
En cuanto a la demanda, los primeros indicios son favorables. Moderato ya ha comenzado a colaborar con cerca de 70 productores de vino a granel a través de su socio Vivadour y está en conversaciones con importadores para explorar nuevas oportunidades comerciales. La iniciativa ha despertado el interés de distribuidores que desean desarrollar sus propias marcas de vino sin alcohol, lo que se evidenció durante su presentación en el salón internacional Wine Paris, donde numerosos productores se mostraron atentos a este nuevo desarrollo.
El auge de los vinos sin alcohol ha sido constante en los últimos años, aunque su presencia sigue siendo limitada en el mercado. Para Fabien Marchand-Cassagne, uno de los mayores retos es aumentar la oferta disponible y cambiar la percepción de los consumidores, quienes muchas veces ignoran la existencia de estos productos. De acuerdo con un estudio reciente, un 38 % de los encuestados no estaba al tanto de la existencia de vinos sin alcohol en el mercado, lo que refleja la necesidad de educar a los consumidores y mejorar la visibilidad de la categoría.
El precio sigue siendo un factor clave. La desalcoholización implica un proceso adicional y la utilización de vinos de alta calidad, lo que incrementa el coste final. Las etiquetas de Moderato oscilan entre 15 y 17 euros en tiendas especializadas, mientras que en grandes superficies los precios rondan entre 8 y 9 euros. Para el director de la compañía, es fundamental mantener un nivel de precio que refleje la calidad del producto. Esto contrasta con la oferta actual de vinos sin alcohol en los supermercados, donde la mayoría de las opciones se sitúan entre los 3 y 5 euros, un rango que, en opinión de Marchand-Cassagne, no puede garantizar un producto de calidad adecuada.
Xavier-Luc Linglin, director de los dominios François Lurton, cuya marca Les Fumées blanches también ha entrado en la categoría sin alcohol, comparte esta preocupación y subraya la importancia de educar al consumidor sobre el proceso de desalcoholización. La producción de estos vinos comienza con la elaboración de un vino convencional de alta calidad, al que posteriormente se le aplica la eliminación del alcohol y, en ocasiones, una reintroducción de aromas. Estos pasos adicionales explican el coste más elevado en comparación con los vinos tradicionales.
Otro problema en el desarrollo de estos vinos es mantener las propiedades sensoriales tras el proceso de desalcoholización. En particular, para los vinos tintos, la técnica tiende a generar un sabor algo cocido, cuando se busca un perfil redondo y equilibrado. Según Marchand-Cassagne, este es uno de los puntos en los que se enfocará la investigación y el desarrollo dentro de Le Chai sobre, con el objetivo de optimizar el proceso y ofrecer un vino que conserve sus características originales.
Por otro lado, el marketing y la comunicación desempeñan un papel importante en la aceptación de los vinos sin alcohol. Mathilde Boulachin, directora de la empresa Pierre Chavin, pionera en este segmento, enfatiza la necesidad de encontrar un término más positivo para describir esta categoría, en lugar de subrayar la ausencia de alcohol. Cambiar la narrativa podría ayudar a redefinir la percepción de los consumidores y a posicionar estos productos como una opción más dentro del amplio abanico de vinos.
La apertura de Le Chai sobre en Francia marca un paso importante en la adaptación de la industria vinícola a las nuevas tendencias de consumo, donde la demanda de opciones sin alcohol continúa en ascenso. La capacidad de ofrecer un producto de calidad a un precio justo, junto con una estrategia de comunicación adecuada, serán elementos fundamentales para el éxito de esta iniciativa y su aceptación por parte del público.
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