Elena Adell deja Campo Viejo

Bodegas Campo Viejo, reconocido referente en el sector vinícola español, ha ganado notoriedad desde sus inicios gracias a la fusión armoniosa entre enología y elementos tan diversos como el arte, la arquitectura y la sostenibilidad. Esta simbiosis ha sido posible gracias al esmero y la dedicación de un equipo de enólogos apasionados y altamente especializados. En su trayectoria, han logrado conjugar técnicas vanguardistas con prácticas tradicionales, con el firme propósito de manifestar la riqueza y diversidad de La Rioja en sus vinos y ofrecer al consumidor visiones actuales de esta distinguida región.

Este jueves, 14 de septiembre, se dio a conocer que Elena Adell, una de las personalidades más destacadas en el panorama vinícola de España y en especial de La Rioja, ha abandonado la dirección enológica de Bodegas Campo Viejo y del grupo Pernod Ricard Winemakers Spain. Esta decisión marca el final de una etapa clave tanto para la bodega como para el sector vinícola nacional, dejando un legado repleto de innovación, esfuerzo y pasión por la viticultura.

Desde hace décadas, Elena Adell ha sido una pieza esencial en la historia de Bodegas Campo Viejo. Ha estado al mando enológico no solo de esta emblemática bodega, sino de todas las que integran la compañía Pernod Ricard Winemakers Spain. Su contribución al mundo del vino es innegable, respaldada no solo por su trabajo constante y dedicado, sino también por los múltiples reconocimientos obtenidos a lo largo de su carrera. Sobresalen premios como el de "Personalidad del Año" en el Concurso Internacional de Wine Challenge Merchant Awards Spain y la mención de la Revista Decanter como una de las figuras más influyentes en el ámbito vinícola global.

Durante los últimos 25 años, Campo Viejo ha incrementado notablemente su presencia a nivel mundial. Se ha erigido como la marca líder de Rioja en el mundo, afianzándose entre los principales exponentes vinícolas de esta región en el contexto global.

Sin embargo, los cambios son inherentes a cualquier proceso y, en este sentido, Ignacio López ha sido seleccionado para tomar el relevo de Elena, asumiendo la dirección enológica de Pernod Ricard Winemakers Spain. A pesar de que la misión no es fácil, su bagaje y perspectiva innovadora son garantía de éxito. Ignacio no estará solo en esta nueva travesía, contará con la colaboración de un destacado equipo de enólogas, compuesto por Irene Pérez, Elena Suárez y Nagore Cobo. Todos ellos enfrentarán el reto de mantener vivo el legado de Elena, enfocándose siempre en la elaboración de vinos contemporáneos que reflejen la esencia de La Rioja para el paladar global.

La relación de Elena con La Rioja es innata. Su conexión con el terruño comenzó en su juventud, acompañando a su abuelo en las labores agrícolas. Sin embargo, fue la curiosidad la que la introdujo al universo vinícola, como ella misma mencionaba: "Una vez tenía la uva en la mano, quería saber más". Esta motivación la llevó a estudiar Ingeniería Agrónoma, especializándose en viticultura y enología, y a incorporarse al grupo bodeguero en 1985.

Fue en 1998 cuando asumió la dirección técnica de Campo Viejo. Este rol le otorgó la oportunidad de liderar una de las bodegas más renombradas de España y de participar activamente en la conceptualización y diseño de la nueva sede bodeguera. Elena veía en Campo Viejo un escenario perfecto para plasmar su pasión y experticia, asegurando que "esta fabulosa bodega me ofrece la plataforma ideal para consolidar los valores que han elevado nuestros vinos a la cima mundial".

Adell, con su carácter proactivo y visionario, ha sabido explorar las múltiples posibilidades que los viñedos de Campo Viejo ofrecen. Su talento para combinar cepas, entender y beneficiarse de las características de cada terreno y elaborar vinos que emocionen y despierten la curiosidad del consumidor la han consolidado como una de las principales impulsoras de la reconocida "madurez juvenil" de los más exquisitos vinos de La Rioja.

La trayectoria de Elena en Campo Viejo y en la enología de España es indiscutiblemente transformadora. Su despedida marca el fin de un ciclo, pero al mismo tiempo da paso a un nuevo capítulo donde su influencia y enseñanzas seguirán realzando el prestigio de los vinos riojanos a nivel mundial.