¿Vino “Ecológico” quiere decir mejor?

Se trata de producir vinos respetando el medio ambiente y los animales, con el mínimo recurso posible de pesticidas, aditivos alimentarios, etc., y con la preocupación de ahorrar agua y energía.

El reglamento europeo estableció los criterios de la producción biológica en 1993. Según estos, para que un vino, importado o no, pueda ser denominado "ecológico" en el mercado europeo, deberá satisfacer una serie de condiciones específicas, tanto en lo que respecta al cultivo o la crianza, como a su transformación o, incluso, a su modo de distribución.

En el caso concreto de los vinos, éstos pueden contener hasta un 5 % de ingredientes no ecológicos, y es la legislación la que dispone la lista de ingredientes y aditivos autorizados.

Los términos "orgánico", "biológico", "eco", "ecológico" (siendo estos dos últimos los más frecuentes), así como la expresión "proveniente de la agricultura ecológica" están definidos por ley y, por tanto, serán los organismos y entidades competentes los que se encarguen de realizar el control pertinente.

¿Cómo saber si un vino está certificado como ecológico?

Al margen de la política y criterios de la propia bodega a la hora de elaborar sus vinos desde un punto de vista "bio", para el consumidor, no siempre es fácil asegurarse de que un alimento llamado "ecológico" respeta las reglas establecidas, ya que hay muchos símbolos destinados a dar esa idea al consumidor.

Por ese motivo, el 1 de julio de 2010 se lanzó un solo logotipo oficial para todos los alimentos envasados producidos en la Unión Europea, y facultativo para los productos importados.

No obstante, este logotipo europeo denominado "Eurohoja", puede complementarse con otros símbolos adoptados por iniciativa privada o nacional (por ejemplo, de las comunidades autónomas).

Por último, está prohibido vender los productos a granel convencionales y los ecológicos en el mismo espacio comercial por motivos de control y para evitar cualquier eventual contaminación o confusión.