La Rioja Argentina deberá cambiar su nombre para vender en Europa

La semana en que el fallo de la Cámara de Apelaciones de Argentina avaló a la Denominación de Origen La Rioja argentina en su vieja pelea frente al reclamo del Consejo Regulador de Rioja española, constituyó la escenografía ideal para el 1er Congreso Internacional de Derecho Vitivinícola, coordinado por Adevi (Asociación de Derecho Vitivinícola) y auspiciado por INV y la Facultad de Ciencias Agrarias.

Y una ocasión perfecta para analizar el contexto con Félix Pérez Álvarez, abogado titular de la Asociación Internacional de Juristas de la Vid y el Vino, disertante junto al brasileño Roner Guerra- Fabris, experto en la Indicación Geográfica de Río Grande

Según Pérez Álvarez, existe confusión entre marcas y denominaciones de origen. Para el jurista argentino, la denominación de origen es considerada para la Unión Europea como "un bien patrimonial del Estado, inembargable y que no se puede comprar ni vender. Todo lo contrario a la marca, que pertenece a una empresa y puede usarla en distintos productos", además añade que "es importante para el consumidor europeo, que al ver un nombre geográfico, asume que el producto está controlado según un pliego de condiciones, y le da seguridad", en este sentido, asegura, "nadie puede apropiarse de una denominación de origen".

Pérez Álvarez afirma que estos conflictos son de difícil resolución, "judicialmente no será fácil la salida" -concreta-, y a veces pueden eternizarse.

Indica además que al establecerse en un contexto internacional ambas denominaciones deben aprender a coexitir "usualmente con acuerdos bilaterales, y regímenes transitorios para poder vender".

Este experto, que además es natural de La Rioja argentina, indica que en este "conflicto jurídico", y con el apoyo de la Unión Europea "si La Rioja argentina quiere vender su vino en la UE tendrá que cambiar el nombre, porque Europa no le permitirá ingresar con esta denominación", además matiza que "lo lógico es llegar a un acuerdo, como con EEUU para venta de champagne, o regímenes provisorios como Málaga o Jerez".

Álvarez destaca además que este acuerdo es "importante para Argentina, porque Europa concentra 60% del consumo de vino, y por tanto la denominación debe ser un medio más que un fin en sí mismo" y recuerda que en este caso se trata de "un conflicto jurídico entre países, no empresarial".