La policía china incauta más de 4.000 botellas falsas de un prestigioso vino francés

La policía de Shanghái se ha incautado de más de 4.000 botellas falsas del prestigioso vino francés, Chateau Lafite, que fueron encontradas en varios almacenes de los distritos de Fengxian y Minhang; un alijo cuyo valor, según la policía, se acerca a los 10 millones de yuanes (algo menos de 1,3 millones de euros).

La operación, según el periódico Shanghái Daily, se inició el pasado día 5 de abril cuando la policía y el departamento de industria y comercio ocuparon una pequeña empresa en la ciudad de Fengcheng y encontraron cientos de capsulas para botellas y etiquetas falsificadas, junto con una máquina de sellado de tapones.

En un primer momento descubrieron 1.678 botellas de falso Chateau Lafite y 684 botellas de falso Chateau Margaux, junto a otro vino tinto de alta categoría cuya marca no se ha dado a conocer.

Según relata el Shanghái Daily la operación se saldó finalmente con la detención del responsable de la empresa quién confesó que operaba desde abril de 2010 y que compraba el vino tinto que después envasaba en las provincias de Hebei y Shandong y que una vez falsificado vendió el falso vino en las regiones de Zhejiang, Jiangsu, Anhui, Henan, Shandong, Fujian, Jiangxi, Hubei, Hunan y Guangxi.

Mercado de botellas vacías por Internet

Según los expertos, en China, un país que manifiesta autentica pasión por los vinos franceses de alta gama, hay en circulación más botellas de Lafite 1982 que las que se han producido realmente en Francia.

Se da el caso de la existencia de un mercado negro por internet de venta de botellas vacías de vinos muy caros que son utilizadas por los falsificadores para envasar vinos de ínfima calidad y hacerlos pasar como auténticos.

Estas imitaciones se venden desde los 12 a los 4.600 euros por lo que según los entendidos "cuando se compre una botella de vino de alta gama en China hay que desconfiar".

Las botellas son adquiridas en hoteles y restaurantes de alta categoría donde los chinos más pudientes consumen este tipo de artículos y a los que, por cierto, también afectan las falsificaciones al no existir en el gigante asiático una extendida y auténtica cultura de vinos.

La incautación de este alijo de vino francés falso fue uno de los casi 900 casos de infracción, resueltos por la policía de la ciudad este año, según Yang Lieyi, Subdirector del Departamento de policía de delitos comerciales de Shanghái.

En los primeros siete meses del año la policía asegura haber detenido en esta ciudad a más de 1.900 sospechosos por delitos contra la propiedad intelectual, mientras que el valor de lo incautado se acercó a 40 millones de euros.

En otras ciudades del país como es el caso de la capital, Pekín, la policía mantiene desde hace varios meses un control más riguroso contra las falsificaciones.

Los habituales mercados de las imitaciones (La Seda y Yashou) trabajan a medio gas y para adquirir estos productos piratas hay que ir a los almacenes clandestinos donde los vendedores han ubicado sus mercancías y que casualmente se encuentran en los mismos edificios pero en lugares escondidos y sin escaparate.