Las bodegas argentinas apuestan por el enoturismo gay

Después de Buenos Aires, la provincia vinícola de Mendoza se está convirtiendo en el destino de preferencia para la comunidad GLTB (Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales)

Agencias

Martes 21 de Febrero de 2012

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Después de Buenos Aires, la provincia vinícola de Mendoza se está convirtiendo en el destino de preferencia para la comunidad GLTB (Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales) y en este auge mucho tiene que ver la participación del enoturismo

El enoturismo ha crecido en Argentina de la mano de la vitivinicultura. Cientos de bodegas han creado un departamento exclusivo a esta actividad y han desarrollado alternativas para todos los gustos en los últimos diez años.

Esta nueva corriente la aprovechan bodegas como Trapiche, Norton, Chandon, Margot, Achával Ferrer y Ruca Malén, entre otras, que son muy receptivas con el turista GLTB, según explicó Carolina San Millán, propietaria de la agencia de turismo gay, Heaven and Hell.

Mucho tiene que ver el perfil del público homosexual. “Son personas muy refinadas, exigentes y con buen poder adquisitivo. Saben mucho sobre vinos. De hecho, en muchas ocasiones optan por realizar formación en la propia bodega”, contó Gastón Re, encargado del Área del Turismo de Bodega Trapiche.

El nivel de cultura y especialización en vitivinicultura del público gay viene casi siempre de experiencias logradas en otras regiones del mundo como Napa Valley, Chile, Australia y Francia.

La oferta

Otra bodega que presta especial atención al turista gay, es Norton. Este año la empresa vitivinícola lanzó un programa de turismo llamado “Food & Wine Friendly Experience”, que tiene como objetivo atraer al público gay y a quienes encuentren atractiva la experiencia.

La actividad comienza con una recepción de espumosos en la terraza de Wine Bar, continúa con un recorrido por viñedos y degustación en un espacio exclusivo al aire libre y con el Cordón del Plata como escenario imponente.

“Allí, junto a las vides de malbec en nuestra finca de Perdriel, degustamos uvas y varietales de alta gama. Camino al almuerzo hacemos un paso por la bodega, en el restaurante culminamos con un menú Olivas, en cuatro pasos maridamos platos elaborados en base a una selección de aceites de oliva y nuestros vinos más destacados”, indicó Álvaro Agüero, Jefe de Operaciones y Desarrollo Turístico de Norton.

Por su parte, Trapiche trabaja en sociedad con la agencia de turismo gay, Heaven and Hell. Uno de los paquetes que se ofrecen en la bodega consiste en la degustación de cinco vinos espumosos con dos métodos de elaboración diferentes y niveles de azúcar muy variados.

Otro programa consiste en un curso vitivinícola de tres horas de duración. Es para un máximo de seis personas. Se hace una hora de viñedo, una hora de bodega y una hora de degustación.

Además, en vistas a futuro, se está elaborando un tercer programa para público homosexual. Se llamará “Plus Ninety” o “+90” y propondrá la degustación de cinco vinos que hayan conseguido más de 90 puntos en las publicaciones de Wine Enthusiast y The Wine Advocate.

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