Un escáner de vinos permitirá viajar en avión con líquidos en el equipaje de mano

Una tecnología desarrollada originalmente en la Universidad de California en Davis para comprobar la calidad del vino sin abrir la botella permitirá viajar en avión con líquidos en el equipaje de mano

UC Davis

Martes 01 de Marzo de 2011

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Una tecnología desarrollada originalmente en la Universidad de California en Davis para comprobar la calidad del vino sin abrir la botella permitirá viajar en avión con líquidos

Matthew P. Augustine
Matthew P. Augustine, profesor del Departamento de Química de UC Davis
UC Davis

La Universidad de California en Davis (también conocida como UC Davis, UCD), con más de 100 años de historia, es una universidad publica co-educacional localizada en Davis, California. La universidad es parte del sistema de la Universidad de California. UC Davis no es sólo considerada una líder en investigación, sino también una de las mejores universidades del mundo

El Departamento de Ciencias y Tecnología de Seguridad Nacional de los EE.UU. ha adjudicado recientemente un contrato a una firma de defensa con sede en Denver para desarrollar un escáner de resonancia magnética que se podría utilizar en los aeropuertos para comprobar las botellas y latas que contengan líquidos sin necesidad de abrirlos. Un prototipo de la máquina se construye actualmente en el laboratorio de Matthew Augustine, profesor de química de la Universidad de California en Davis, el cual inventó y patentó la tecnología en el año 2002, con una subvención inicial de 800.000 dólares por la UC Davis, que creó una empresa filial, Winescanner Inc., para su comercialización.

La tecnología es similar a las máquinas de resonancia magnética utilizadas en la exploración médica. Se emplea un pulso de ondas de radio y un campo magnético fuerte para extraer una señal que muestra la estructura química de la muestra.

El profesor Augustine empezó a experimentar con esta tecnología hace unos años con la intención de "probar" el vino sin abrir la botella para comprobar si se encontraba deteriorado.

La tecnología desarrollada por el profesor Matthew Augustine es similar a las máquinas de resonancia magnética utilizadas en los hospitales.

Después del frustrado intento de atentado en 2006, cuando un grupo de desalmados terroristas planearon una matanza accionando una serie de explosivos líquidos en nueve vuelos entre Gran Bretaña y Estados Unidos, el profesor Augustine comenzó a plantearse si la máquina de resonancia magnética podría usarse para identificar algo más que "vino malo".

A partir de este momento, Matthew Augustine empieza a trabajar en un diseño tan cuidado que es capaz de dividir las ondas de radio de alta frecuencia, que ofrecen una mejor información sobre estructuras químicas, sobre las de baja frecuencia provenientes de los metales de los recipientes, como latas de refrescos, y que bloquean inicialmente a las de alta frecuencia impidiendo "ver" en su interior.

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