Italia conserva el liderazgo mundial de vino exportado pese a ligero descenso en 2023

La estrategia italiana de enfocarse en vinos de alta calidad parece estar dando sus frutos

Lunes 22 de Abril de 2024

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vino italiano

Italia, una potencia vinícola por excelencia, ha demostrado un dinamismo peculiar en el mercado global del vino durante el 2023. Según un análisis reciente realizado por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) basado en datos de la aduana italiana, el país experimentó una ligera disminución del 0,8% en sus exportaciones de vino, alcanzando los 2.121 millones de litros y los 7.735 millones de euros. Este ajuste en las cifras se produce tras tres años de incrementos notables, manteniéndose el precio medio en 3,65 euros por litro, lo que subraya un mercado que se mantiene estable en términos de valor.

Italia cerró el año posicionándose como el principal exportador mundial en volumen, superando a países con una fuerte tradición vinícola como España y Francia, aunque se sitúa en segundo lugar en términos de valor, detrás de Francia. Este último país domina el ranking de valor gracias a un precio medio significativamente más alto, lo que le permite liderar con comodidad sobre sus competidores directos.

En 2023, Italia logró incrementar únicamente sus exportaciones de vino a granel. Sin embargo, fue precisamente el vino envasado el que experimentó una caída en valor, lo que destaca un cambio en las preferencias o estrategias de mercado. A lo largo de las dos primeras décadas del siglo XXI, Italia ha orientado con éxito sus ventas hacia vinos de mayor valor añadido, especialmente los espumosos, que han visto un crecimiento espectacular.

A nivel global, Italia llevó sus vinos a 183 mercados diferentes en 2023, evidenciando la vasta extensión de su alcance comercial. Estados Unidos, que ha sido históricamente el cliente más valioso, vio reducida su participación en más de un 5% en comparación con un 2022 récord. Por otro lado, Alemania no solo mantuvo su posición como líder en volumen, sino que, junto a Francia, mostró el mayor crecimiento entre los diez principales destinos. Estos países se beneficiaron de precios más bajos, en gran parte debido a una mayor proporción de vinos más asequibles.

La situación en otros mercados fue variada. Mientras que Canadá y Rusia experimentaron descensos significativos en sus compras, el Reino Unido presentó un buen año en términos de valor, a pesar de una pérdida en volumen. Este panorama refleja la complejidad y la dinámica fluctuante del comercio mundial de vinos, donde los patrones de consumo y las tendencias económicas globales influyen directamente en el desempeño de los exportadores.

Este escenario plantea varios desafíos y oportunidades para Italia y otros grandes productores vinícolas. La capacidad de adaptarse a las preferencias cambiantes de los consumidores y a las condiciones del mercado global será esencial para mantener y mejorar su posición en el competitivo mercado del vino. La estrategia italiana de enfocarse en vinos de alta calidad, especialmente espumosos, parece ser un paso acertado hacia la consolidación de su estatus como líder global no solo en volumen, sino también en la percepción de calidad y valor.

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