Adiós a las botellas de un solo uso

La innovación y la sostenibilidad se dan la mano en un proyecto pionero en las idílicas tierras de Finger Lakes, Nueva York, donde la ciencia del vidrio se encuentra con el mundo del vino en una interesante iniciativa. Un equipo de científicos de la Universidad de Alfred, con el respaldo del Estado de Nueva York y Vitricity, una consultora especializada en promover la sostenibilidad en la industria del vidrio, se ha embarcado en una investigación revolucionaria: encontrar métodos eficientes para lavar y reutilizar botellas de vino.

Este ambicioso proyecto no solo aspira a ser un modelo de economía circular aplicada a la industria vinícola sino que, además, promete ser un alivio económico para los productores de vino de Finger Lakes, una región célebre por sus más de 130 bodegas. En un momento en el que el costo del vidrio se dispara, debido en parte a problemas en la cadena de suministro, la posibilidad de lavar y reutilizar las botellas representa una oportunidad dorada para mitigar los crecientes gastos que enfrentan las bodegas.

Los investigadores de la Universidad de Alfred han llevado a cabo encuestas entre los productores de vino de la región para evaluar su interés en el proyecto y comprender mejor cómo pueden apoyar a la comunidad vinícola local. Con un promedio de uso de alrededor de 10.000 botellas por bodega solo para sus salas de degustación, y algunas utilizando hasta 50.000 anualmente, el impacto ambiental y económico de implementar un sistema de lavado y reutilización de botellas podría ser significativo.

Con un financiamiento de 4.2 millones de dólares proporcionados por el Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York, el proyecto busca remover decenas de miles de botellas de vino del flujo de residuos local cada año. Este enfoque no solo beneficiaría financieramente a los viñedos, sino que también marcaría un avance importante en los esfuerzos de sostenibilidad de la región.

Sin embargo, la reutilización de botellas de vino no está exenta de contratiempos. Las preocupaciones giran en torno a cómo asegurar que las botellas estén suficientemente limpias y esterilizadas para su reutilización, el impacto de los detergentes y el agua en el vidrio y cómo afecta el vino a la integridad del mismo. La investigación también explora cómo el lavado puede afectar la durabilidad del vidrio, que es ligeramente poroso y puede degradarse con el tiempo debido a los líquidos que alberga.

Un aspecto innovador del estudio es la exploración de métodos de lavado sin detergentes, que permitan eliminar una capa muy fina de la superficie del vidrio, mediante un raspado u erosión de apenas un micrón, para remover cualquier residuo y dejar una superficie interna del botellín más prístina. Este enfoque no solo aborda las preocupaciones sobre la limpieza y la integridad del vidrio sino que también representa un avance técnico significativo en el reciclaje y reutilización del vidrio.

El siguiente paso para los investigadores es centrarse en el desarrollo de instalaciones para la recolección y lavado de botellas, así como en determinar cómo se transportarán estas a y desde las bodegas. El proyecto, por lo tanto, no solo se trata de ciencia e innovación sino también de logística y colaboración comunitaria.

Mientras este proyecto se desarrolla en Finger Lakes, no solo se abre la puerta a una práctica más sostenible y económica para los productores de vino sino que también se establece un precedente para la industria vinícola y de bebidas en general. Este enfoque podría extenderse a otras regiones y tipos de bebidas, marcando el inicio de una nueva era en la sostenibilidad y el reciclaje de vidrio en la industria de bebidas.

Artículo internacional de Vinetur, consulta la versión original.