Los británicos gastan 4.060 millones de libras en importaciones de vino en 2023, el segundo valor más alto de la historia

El Reino Unido supera a EE.UU. como importador mundial de vino en valor

Viernes 05 de Abril de 2024

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Londres

La reciente información proporcionada por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), basada en datos de la aduana británica, ha arrojado luz sobre la situación actual del mercado vinícola en el Reino Unido, revelando tendencias que son tanto intrigantes como reveladoras sobre la dinámica global del comercio de vino. En 2023, el Reino Unido experimentó una caída del 5,1% en el volumen de vino importado, lo que representa la menor cantidad desde 2003, con 1.232,7 millones de litros. Sin embargo, lo que a primera vista podría parecer una señal de declive es, en realidad, una historia más compleja y matizada.

A pesar de esta reducción en el volumen, el valor de las importaciones apenas disminuyó un 0,4%, manteniéndose en una cifra impresionante de 4.060,2 millones de libras esterlinas. Esta paradoja se aclara al observar el aumento del precio medio por litro, que ascendió a 3,29 GBP, el más alto registrado hasta la fecha. Este incremento en el precio medio, que siguió a un año 2022 ya de por sí notable por su escalada de precios, sugiere una apreciación creciente por vinos de mayor valor en el mercado británico, posiblemente reflejando un cambio hacia la calidad sobre la cantidad.

El contexto de estos cambios es fundamental para entender las corrientes subyacentes que moldean el mercado del vino en el Reino Unido. La nación ha visto reducirse el volumen de vino importado por tercer año consecutivo, lo que podría interpretarse como una tendencia hacia una mayor selección y un enfoque en vinos de precio más elevado. Este movimiento no es aislado y parece estar en consonancia con cambios globales en los hábitos de consumo y las preferencias de los consumidores, que valoran cada vez más la calidad y la singularidad del producto sobre el volumen o la disponibilidad.

En términos de posición global, el Reino Unido se mantuvo en 2023 como el segundo importador mundial de vino en valor, sólo superado por Estados Unidos, el líder indiscutible en este aspecto. Sin embargo, en una vuelta de tuerca interesante, el Reino Unido ascendió un puesto en el ranking de volumen, superando a Estados Unidos y colocándose solo detrás de Alemania. Este cambio de posiciones es significativo y refleja los ajustes en las dinámicas del mercado global del vino, donde la cantidad y el valor no siempre van de la mano.

Alemania, al posicionarse como el principal importador por volumen, destaca la diversidad de enfoques y estrategias de los grandes mercados de vino. Mientras que en Alemania el volumen parece ser un factor dominante, en el Reino Unido la tendencia se inclina hacia la valorización de la calidad y la disposición a pagar precios más altos por vinos que satisfagan criterios específicos de excelencia o exclusividad.

Los precios del vino francés baten récords

La dinámica del mercado del vino en el Reino Unido ha sido especialmente reveladora en 2023, reflejando no solo los cambios en las preferencias de los consumidores sino también ajustes significativos en las relaciones comerciales con los principales países proveedores. De entre 68 proveedores internacionales, los primeros diez jugaron un papel predominante, representando cerca del 97% del volumen y el 98% del valor total de las importaciones de vino en el Reino Unido. Esta concentración en un puñado de proveedores clave destaca la importancia de las dinámicas de mercado y las estrategias de exportación de estos países.

Francia, Italia, España y Nueva Zelanda no solo mantuvieron sino que incrementaron su presencia en el mercado británico, tanto en valor como en volumen para algunos, marcando un año de crecimiento a pesar de la tendencia general a la baja. En particular, la resiliencia y el atractivo de los vinos de estos países subrayan su éxito en adaptarse a las exigencias de calidad y variedad del consumidor británico. La notable subida de precios en los vinos franceses, que alcanzó un récord histórico en términos de valor, refleja una estrategia exitosa centrada en la calidad y la exclusividad, a pesar de una disminución en el volumen vendido comparado con cifras de principios de siglo.

La posición de Italia como principal proveedor por volumen, con 295,5 millones de litros, señala una preferencia constante por los vinos italianos, a pesar de una caída menor que la media en este indicador. La distancia que ahora separa a Italia de Australia, cuyas exportaciones cayeron significativamente, resalta las variaciones en la fortuna de los exportadores de vino hacia el Reino Unido. La historia es similar para Francia y España, que no solo han detenido la tendencia a la baja sino que han ganado cuota de mercado, con España registrando su segundo volumen más alto de exportaciones de la historia.

La situación de Australia y Chile, con reducciones tanto en volumen como en valor, junto con la disminución drástica de las importaciones desde Estados Unidos, pinta un cuadro de cambio significativo en el origen de los vinos preferidos por los británicos. Nueva Zelanda, por otro lado, emerge como un jugador cada vez más importante, superando a Estados Unidos en volumen y mostrando un crecimiento robusto tanto en volumen como en valor.

Estos movimientos reflejan una evolución en las preferencias de los consumidores británicos, quienes parecen inclinarse cada vez más hacia vinos de países que ofrecen una mezcla de calidad, singularidad y buena relación calidad-precio. La capacidad de estos proveedores para adaptarse a las demandas del mercado británico, aumentando los precios sin sacrificar la participación de mercado, es testimonio de la complejidad y la competitividad del mercado global del vino.

Observando las tendencias desde el año 2000, se aprecia un cambio dramático en la dinámica de importación del Reino Unido. Países como Italia y España han aumentado significativamente su participación tanto en volumen como en valor, mientras que Francia, a pesar de perder terreno en volumen, ha sabido revalorizarse en términos de valor, liderando las importaciones con un enfoque en vinos de alta gama. Estos cambios subrayan una evolución en las preferencias del consumidor y las estrategias de mercado de los exportadores, que se inclinan hacia productos que ofrecen una historia, una calidad y una experiencia de consumo superiores.

Sorprendente auge del vino BiB

La transformación del mercado de importación de vino en el Reino Unido continúa revelando tendencias fascinantes, particularmente en lo que respecta a las preferencias de formato y precio. Aunque el volumen total de vino importado ha visto una disminución, la excepción notable en 2023 fue el aumento en la importación de vino bag-in-box (BiB), que registró un crecimiento del 3,3% en volumen. Este aumento es especialmente significativo, teniendo en cuenta que se compara con un año 2022 ya de por sí excepcional y que este formato fue el que más aumentó de precio. Aun así, su creciente popularidad es un indicativo de la adaptabilidad del mercado británico y de un cambio en los hábitos de consumo hacia opciones más flexibles y, posiblemente, más sostenibles.

En cuanto a los diferentes tipos de vino, el segmento del vino espumoso experimentó un notable aumento en valor, creciendo un 4,4% y alcanzando un récord de 1.061,8 millones de libras. Este crecimiento en valor compensó casi completamente la pronunciada caída en las importaciones de vino a granel, lo cual es notable dado que el granel fue el único vino que disminuyó en precio. Por otra parte, el vino envasado sigue siendo el líder indiscutible en las importaciones británicas tanto en volumen como en valor, aunque ambos indicadores han disminuido en comparación con años anteriores.

La preferencia por el vino envasado, con 606,6 millones de litros importados y un valor de 2.482,7 millones de libras, refleja una clara inclinación hacia productos percibidos como de mayor calidad o conveniencia, a pesar de su precio medio más alto, que superó por primera vez las 4 GBP por litro. Esta tendencia hacia productos de mayor valor, pero con menor volumen de importación, se alinea con la búsqueda general de calidad sobre cantidad observada en el mercado británico.

El análisis de la evolución desde el año 2000 hasta 2023 muestra un cambio sustancial en la cartera de productos importados por el Reino Unido. Mientras que a inicios de siglo, el vino envasado constituía el 83,7% del volumen total importado, este porcentaje se redujo al 49,2% en 2023. Por el contrario, el vino a granel (incluido el BiB para fines de comparación histórica) ha ganado relevancia significativa, pasando del 12,4% al 37,6% del total. El vino espumoso también ha visto un aumento en su cuota de mercado, del 3,9% al 13,2%.

Estos cambios reflejan una diversificación en los hábitos de consumo y una mayor apertura a diferentes formatos y tipos de vino. Además, el aumento de los precios medios, especialmente notable en el vino envasado, sugiere una disposición creciente a pagar más por productos de percepción premium. Esta tendencia podría ser indicativa de una mayor apreciación por la calidad y la sostenibilidad, así como por la conveniencia que ofrecen formatos como el BiB, que ha visto casi triplicar su volumen importado en solo dos años.

Artículo internacional de Vinetur, consulta la versión original.

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