Los precios de la uva desata la indignación del sector viticultor
Ciudad Real
Miércoles 18 de Septiembre de 2013
A punto de que se generalice la vendimia en todas las regiones productoras, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), pero también la Unión de Uniones, advierten que se stá produciendo una bajada de los precios de la uva que no entienden y que ven injustificada ante la situacion del mercado, en especial en Castilla-La Mancha, donde las primeras ofertas señalan una rebaja del 20% en los precios

Desde COAG se habla de "movimientos especulativos", mientras que otras organizaciones reclaman mesura y destacan que no pueden vender "por menos de lo que nos cuesta producirla".
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) advierte sobre "los primeros movimientos especulativos entre los operadores del sector para presionar a la baja los precios de la uva ante una previsión de cosecha un 20% mayor que en la campaña anterior", según indican en una nota.
Las primeras tabillas en zonas de referencia como Castilla La Mancha y Extremadura "recogen una bajada del 50% respecto a la campaña 2012/2013 (3-3,10 ptas/kilogrado frente a 4-4,20 ptas/kilogrado del año anterior), cotizaciones totalmente injustificadas ante los fundamentos del mercado: bajas existencias en bodegas, fortaleza de la demanda en los mercados internacionales y moderada previsión de cosecha en Europa"
Según COAG, de la cifra de esta campaña no puede considerarse excesivamente alta puesto que las previsiones de gran cosecha que se esperaban en primavera no llegarán a cumplirse al verse mermada la producción por problemas fisiológicos y de corrimiento del fruto en varias regiones. En el conjunto del Estado, se espera una producción en torno a los 42 millones de hectólitros de vino, cifra en la media anual de los últimos diez años.
Además, cree que "es necesario mantener una salida equilibrada entre todos los destinos, por tanto sería razonable que en torno a 5 millones de hectolitros se destinasen a la producción de mosto y otros tantos al abastecimiento de la industria de alcoholes de uso de boca". Asimismo, recalca que la calidad de la uva en general es muy buena, con un óptimo equilibrio entre azúcar y acidez debido a las favorables condiciones climáticas que ha tenido el fruto durante su maduración.
Según sus datos, las previsiones en los principales países productores europeos, según los últimos datos conocidos, van a la baja. En Francia se prevé una producción de 44,5 millones de millones de Hl lo que supondría una producción 7% superior a la de 2012 (41,37 Mhl), pero quedaría por debajo (-2%) de la media de los últimos años. Lo mismo ocurre en Italia, donde las primeras estimaciones cifran la campaña entre 42-44 millones de Hl, un 5% mayor que la campaña pasada pero un 10% inferior a la media de los últimos cinco años.
Por eso, COAG cree que "el futuro del sector vitivinícola no puede estar condicionado por la especuladores y los dientes de sierra. El futuro pasa por la corresponsabilidad de todos los operadores del sector para conseguir cierta estabilidad de rentas en el medio-largo plazo. Debemos establecer unas relaciones contractuales sostenibles en las que el valor añadido de distribuya de forma equitativa entre todos los eslabones de la cadena. Y eso, lógicamente, pasa unas cotizaciones de la uva en niveles razonables, en los que como mínimo se puedan cubrir los costes de producción",como ha subrayado Alejandro García-Gasco, responsable del sector vitivinícola de COAG.
Pa la Unión de Uniones de CLM, pese a que la situación del mercado no lo justifica, el precio ofertado por la uva en el arranque de vendimia en Castilla-La Mancha se mueve a niveles un 20% o 25% según variedades por debajo del inicio de campañas anteriores. En su opinión, los operadores "simplemente han descontado unas previsiones de aumento de cosecha respecto al año pasado que, según Unión de Uniones de Castilla-La Mancha, son excesivamente optimistas". A los precios ofertados, por debajo de los costes de producción, los viticultores perderían dinero, or lo que cree que urge apoyar el fortalecimiento de las cooperativas y la entrada en vigor de medidas de mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria.
Pese a esta bajada, la organización cree que conviene recordar, no obstante, que hace un año los precios de la uva sufrieron en el transcurso de la vendimia un aumento notable en algunos casos.
Sin embargo, la Unión de Uniones valora que no se dan razones objetivas para el actual recorte de precio ante la escasez de existencias, las cosechas cortas en los principales países productores y el buen ritmo de las exportaciones. En cuanto a las previsiones iniciales de cosecha, se va confirmando que eran excesivamente optimistas y que se moverán más bien en los niveles medios de una cosecha normal en la región (en torno a los 20 millones de hectólitros), siempre y cuando las operaciones, además, no se vean alteradas por las inclemencias climatológicas, dado el retraso con el que han empezado las operaciones de vendimia.
"Para los viticultores es muy duro que con cada racimo que cortamos y echamos a la espuerta no sumemos beneficios, sino pérdidas" ha expresado Jorge Rodríguez, Secretario General de la Unión de Uniones de Castilla-La Mancha "y es algo inasumible, sobre todo, si el precio no obedece a una situación real del mercado, sino simplemente a la posición de dominio de una serie de grandes bodegas y a la falta de herramientas normativas que tenemos los agricultores para defender el precio de nuestros productos ante situaciones de abuso".
En este sentido, la Unión de Uniones considera que el camino para no estar campaña tras campaña pendientes del capricho de las tablillas es el fortalecimiento de las cooperativas. "Los viticultores necesitamos que nuestras cooperativas alcancen una dimensión comercial que les permita colocar el vino de nuestras uvas en una mejor posición en los mercados" manifiesta Jorge Rodríguez.
Igualmente la organización confía en que de cara a la entrada en vigor de la Ley de Mejora de la Cadena Alimentaria se pueda trabajar junto con la Administración, Ministerio y Consejería, para que los viticultores en lo sucesivo disponga de un contrato amparado por la Ley con el que negociar y conocer las condiciones de entrega de la uva antes de empezar a vendimiar.