Viticultores regalan sus uvas para protestar por el bajo precio

Decenas de viticultores de O Ribeiro han salido este martes a la calle en la ciudad de Ourense para regalar sus uvas a los viandantes y protestar así contra la falta de compromiso para la compra de su producto por parte de los bodegueros y los bajos precios ofrecidos

Ourense

Jueves 19 de Septiembre de 2013

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Estos agricultores se reunían frente a la Delegación de la Xunta en la ciudad para hacer visible a toda la ciudadanía su situación, además de pedir ser recibidos por el delegado, Rogelio Martínez.

El secretario de Agricultura de la ejecutiva nacional de Unións Agrarias, José Ramón González, ha expuesto ante los medios de comunicación la "difícil situación" de la comarca y la necesidad de "garantía de recogida para el 100% de la producción".

"La situación es difícil, dramática", ha señalado, insistiendo que aquellos agricultores que tengan que dejar la actividad "se sumarán a las listas del paro".

No se creen, ha abundado, "el excedente de vino que dicen tener las bodegas" y ha apelado a la necesidad de que la Xunta de Galicia intervenga, por ejemplo, estableciendo "un agravio comparativo a favor de aquellas empresas que compren las uvas mediante un contrato homologado".

En cuanto a los precios, ha manifestado que es imprescindible que "se cubran los costes de producción" que fijan en, aproximadamente "60 céntimos para variedades autorizadas y llegando al euro en preferentes", según sus estudios de coste de producción.

Al filo del mediodía los reunidos comenzaron su reparto de uvas, ante la sorpresa, curiosidad y apoyo de la mayoría de los transeúntes. Los concentrados también cortaron al tráfico de manera pacífica y durante unos minutos la Avenida de la Habana, a la altura de la Delegación del gobierno.

Mientras agasajaban a los ourensanos con sus productos les explicaban que "regalamos nuestras uvas porque no tenemos quien las compre". Wenceslao Labrador es un joven de 30 años que hace aproximadamente 8 decidió regresar a Beade (Ourense) y ampliar la producción de viñedo que tenía su familia. Lo hizo, "por vocación y cariño a esta tierra".

Ahora tiene una explotación de más de una hectárea, buena parte de ella joven, que tardará al menos dos años en empezar a producir y en la que invirtió "sobre unos 35.000 euros", un capital que no sabe cuándo podrá comenzar a recuperar del fruto de esas cepas.

De hecho, debe compaginar su trabajo en las viñas con otra ocupación para conseguir salir adelante.

Mientras los agricultores seguían con su protesta a pie de calle, dos representante se reunieron con Rogelio Martínez. Al término del encuentro comunicaron una "no buena noticia, pero sí esperanzadora".

José Ramón González transmitió a los presentes que había conseguido el compromiso del delegado para "elaborar una lista" de aquellos agricultores que no tienen comprador para su producto, así como "tratar de convocar una mesa del vino antes de la vendimia" y "solucionar este problema estructural" después de la recolección de cara a próximas campañas.

Con todo, ha insistido en que no se trata solo de que se recojan las uvas, sino de "saber a qué precio" y ha añadido que desde Unións Agrarias "se denunciará a todas las bodegas que especulen" y compren uva por debajo de los costes de producción.

Pese a esta circunstancia, han pedido a los viticultores que no bajen la guardia, "hay que ser rápidos", y no descartan nuevas convocatorias de no alcanzarse los objetivos establecidos.

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