Una sumiller norteamericana sobrevive tras ser violada, golpeada, estrangulada, y dejada por muerta
Una reconocida sumiller norteamericana sobrevive tras un brutal ataque del asesino Travis Forbes en Fort Collins (Colorado)
EFE
Viernes 11 de Noviembre de 2011
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En el hospital, estaba tan irreconocible por los golpes en la cara, que sus padres sólo la identificaron por un anillo

Travis Forbes, de 31 años, violó, estranguló, le rompió la mandíbula y dejó por muerta a la sumiller Lydia Tillman. Después la roció con lejía y le pegó fuego al apartamento.
La sumiller norteamericana Lydia Tillman se considera hoy una mujer con suerte, no por sus viajes por todo el mundo ni por su pericia con los vinos, sino porque escapó con vida de un asesino que ya había metido en un congelador a otra de sus víctimas.
Tillman, de 30 años, pasó más de cinco semanas en coma tras ser violada, estrangulada, y dejada por muerta en su apartamento en Fort Collins (Colorado) por su atacante, identificado por la policía como Travis Eugene Forbes, un empresario local.
Ahora su caso será objeto de un reportaje especial en la televisión nacional. La cadena ABC ha decidido ventilar los detalles del brutal ataque y la milagrosa recuperación de Tillman en un reportaje especial de su programa "20/20".
"Puedo hablar... soy fuerte", dice, con mucho esfuerzo, Tillman, una reconocida sumiller y trotamundos, en un adelanto de la entrevista con ABC.
La mujer recuerda cómo conoció a Travis Forbes, un joven de 31 años, durante una celebración del "Día de la Independencia", el pasado 4 de julio y, ya en su apartamento, éste la violó y estranguló, le rompió la quijada y la dejó por muerta.
Para no dejar rastros, la roció con lejía y el resto lo esparció en el apartamento y le pegó fuego.
Tillman, según la ABC, saltó como pudo desde una ventana en el segundo piso y corrió hacia una ambulancia. En el hospital, estaba tan irreconocible por los golpes en la cara, que sus padres sólo la identificaron por un anillo y un tatuaje en su pierna.
La mujer no conocía a Forbes y tampoco sabía que, al parecer, este ya estaba bajo investigación policial por la desaparición de la hispana Kenia Monge, de 19 años, en abril pasado.
Las cámaras de vigilancia de una panadería, donde Forbes alquilaba espacio para la confección y venta de barritas energéticas, lo muestran arrastrando una nevera portátil que a su vez guardó en un enorme congelador.
Forbes dijo a la policía que ocultó el cadáver de la víctima en el congelador antes de enterrarla en un terreno baldío. El hombre había limpiado su camioneta con lejía y quemó todo para ocultar el crimen.
Su obsesión con la lejía, según la policía, fue la pista que ayudó a vincular los dos casos.
Antes de matar a Monge, Forbes estaba en libertad condicional por un caso de violencia doméstica y tenía en su expediente otros problemas con la policía.
Forbes confesó ambos crímenes a cambio de que las autoridades no lo enjuiciaran y condenaran bajo los estatutos de la pena de muerte.
Pese a los graves daños que sufrió en la garganta y el cerebro, Tillman dijo: "fue mi intención encontrar la fuerza en mi corazón para perdonar a Travis Forbes. Lo hice".
"Sentí una rabia extrema hacia él, pero después sentí tristeza por él. Debe estar bajo un dolor extremo para herir tan brutalmente a otro ser humano", explicó Tillman en una declaración escrita, dadas sus limitaciones en el habla.
Gracias a la terapia, Tillman ahora puede correr varios kilómetros al día y recibe clases de yoga. Su meta para finales de año es subir a la cima de Longs Peak, una montaña de 4.270 metros de altura.
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