Martes 23 de Enero de 2024
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El Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV) se erige como faro de conocimiento y avance en el ámbito vitivinícola, con la organización del II International Congress on Grapevine and Wine Sciences (2ICGWS), celebrado el pasado mes de noviembre. Este evento, que tuvo lugar en el corazón de la región vitivinícola, Logroño, se ha convertido en epicentro de intercambio de ideas y descubrimientos científicos para los cerca de 300 expertos participantes procedentes de 24 países con una rica tradición en la producción de vino.
La relevancia de este congreso no reside únicamente en su capacidad para reunir a destacados investigadores, sino también en su enfoque pionero. En un momento en que el cambio climático se impone como una realidad indiscutible y la sostenibilidad se convierte en un objetivo imperativo, el 2ICGWS ha sido capaz de ilustrar cómo la ciencia puede contribuir a la elaboración vinos que no solo son de mayor calidad, sino también más seguros y saludables.
Uno de los aspectos más destacados del congreso fue la atención a la influencia del cambio climático en la viticultura. Las presentaciones se centraron en la identificación de variedades de uvas capaces de adaptarse a condiciones climáticas cambiantes y en la implementación de prácticas sostenibles que reduzcan el impacto ambiental del cultivo de la vid. Entre las soluciones propuestas, se incluyeron innovadoras técnicas de riego deficitario controlado, así como el uso de compost y acolchados orgánicos para mejorar la salud del suelo.
En el ámbito de la enología, el congreso exploró los desafíos que impone el cambio climático en la calidad del vino. Destacaron las investigaciones sobre el impacto del clima en la composición aromática de los vinos y cómo adaptar las prácticas enológicas para mantener y mejorar la calidad del producto final. La aplicación de tecnologías emergentes como la homogeneización de alta presión, el uso de levaduras no-Saccharomyces y estrategias para reducir el dióxido de azufre, demuestran un compromiso con la innovación y la calidad.
Otro punto clave del congreso fue el enfoque en la biotecnología enológica, donde se abordó la influencia de los microorganismos en la calidad del vino. Los avances en el estudio del metabolismo de diversas especies de levaduras y su contribución al aroma de los vinos son fundamentales para la producción de vinos con características organolépticas deseables y distintivas.
La comprensión del consumidor también fue un tema central. Se presentaron estudios que abordan desde el perfil sensorial de los vinos hasta el impacto de los envases en la percepción de calidad y sostenibilidad. Este enfoque holístico refleja una industria que no solo se preocupa por el producto, sino también por cómo se percibe y se consume en diferentes contextos culturales y sociales.
El II International Congress on Grapevine and Wine Sciences ha sido un foro de conocimiento y avance, donde la ciencia se ha presentado no solo como una herramienta para mejorar la calidad del vino, sino como un medio para enfrentar los desafíos del cambio climático y la sostenibilidad en la industria vitivinícola. La colaboración internacional y la multidisciplinariedad de las investigaciones presentadas son un claro indicativo de que el futuro del vino está en manos de la ciencia y la innovación.
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