Jueves 19 de Octubre de 2023
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La vitivinicultura, como sector altamente sensible al clima, enfrenta desafíos y oportunidades en el contexto del cambio climático. Recientemente, investigadores han publicado estudios que examinan cómo las fluctuaciones en el tiempo atmosférico afectan la calidad del vino, centrándose especialmente en la región de Burdeos, Francia. La investigación revela que, paradójicamente, el cambio climático podría contribuir a la producción de vinos más fuertes y sabrosos en esta región.
Durante la época de cosecha en Europa, desde el Reino Unido en el norte hasta Sicilia en el sur, se recogen las uvas para la elaboración de vinos. Una vez recogidas, se seleccionan y prensan para obtener los mejores mostos que luego se fermentan en diferentes tipos de barriles, ya sea de roble, hormigón, arcilla o acero inoxidable. Es en esta etapa donde se determina la añada, influenciada notablemente por las condiciones meteorológicas del año.
En primavera, una vez que el vino ha madurado en barril, tiene lugar la valoración de su calidad. En Francia, este proceso se conoce como "en primeur", una tradición que se originó en Burdeos en la década de 1950 con el objetivo de proporcionar financiación a bodegas en dificultades económicas. Durante este período, tanto los comerciantes como los críticos realizan evaluaciones que inciden sobre el carácter y la calidad del vino.
Las evaluaciones de los críticos y comerciantes se dividen en dos aspectos: el carácter, que se refiere a las notas de cata, como frutas, textura aterciopelada en boca y toques especiados; y la calidad, que se puntúa numéricamente en comparación con vinos de años anteriores y de otras regiones. Estas puntuaciones varían anualmente y dependen tanto del clima como de otros factores específicos del viñedo, como el tipo de suelo, el microclima y las elecciones en la vinificación.
Los investigadores eligieron Burdeos para su estudio debido al significativo impacto que ya se ha observado en esta región en términos de maduración y cosecha tempranas, estrés hídrico y variabilidad en la calidad del vino. Además, la escala de "en primeur" en Burdeos es considerable, con miles de châteaux participando y siendo evaluados por un pequeño número de críticos de alto perfil.
Según el estudio, los vinos de mayor calidad se producen en años con temperaturas más cálidas, más precipitaciones en invierno y menos en verano, así como temporadas de cultivo más cortas y tempranas. Estas condiciones podrían darse más frecuentemente debido al cambio climático, lo que sugiere que los vinos de Burdeos podrían mejorar en calidad en los próximos años. No obstante, estos resultados positivos tienen sus matices. El cambio climático también conlleva un aumento en eventos climáticos extremos, como heladas tardías, sequías extremas y fuertes lluvias y granizo que podrían devastar una cosecha entera.
Aunque el cambio climático podría en principio mejorar la calidad de los vinos de Burdeos, también introduce una serie de riesgos que no deben ser ignorados. Es imperativo desarrollar una comprensión más profunda de la interrelación entre el clima, la vid y el vino para garantizar el éxito a largo plazo de los vinos en todo el mundo.
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