La Rioja busca apoyo en Europa para evitar que se pueda plantar uva de vino de mesa en las DO

El consejero de Agricultura de La Rioja, Íñigo Nagore, buscará esos apoyos durante su asistencia a la XXIII Sesión Plenaria y al XXX Consejo Internacional de la AREV, que se celebrarán en la localidad francesa de Chouilly y en las que se elegirá nuevo presidente.

Nagore aprovechará este encuentro con los representantes de las regiones vitivinícolas europeas para trasladar la preocupación existente en el sector riojano sobre tres cuestiones de actualidad, que podrían ocasionar un grave perjuicio para el modelo de viticultura de calidad que se quiere preservar, ha detallado el Gobierno de La Rioja en una nota.

Ha explicado, en relación con el nuevo sistema de autorizaciones para la plantación de viñedo, que pretende buscar el apoyo del resto de regiones vitivinícolas para garantizar que el nuevo régimen logre un control efectivo de las plantaciones.

Su propuesta es que no se pueda aprovechar para la plantación de viñedo de uva para vino de mesa en las zonas de DO, especialmente a la vista de la interpretación de la Comisión Europea en sus reglamentos de actos delegados.

Además, el consejero expresará su rechazo a la moción que se votará el próximo día 27 en el Parlamento Europeo para instar a la Comisión Europea a diseñar una nueva estrategia europea en materia de alcohol.

Esa estrategia, entre otras medidas, propone que dejen de destinarse fondos públicos a campañas en defensa del consumo moderado de vino como el resto de ayudas a la promoción en países terceros incluidas en el Programa de Apoyo al sector vitivinícola.

El Gobierno riojano considera que es oportuno que las regiones vitivinícolas realicen un llamamiento a sus eurodiputados para que voten en contra de la resolución y que defiendan que la actual estrategia, basada en la prevención y formación, es la más adecuada.

También planteará la "inquietud" que ha generado el acuerdo de intercambios comerciales que negocian la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EEUU), conocido como TTIP, por los cambios que podrían ocasionar en el modelo productivo y en materia de seguridad alimentaria.

"Hay que pedir a la UE que no ceda a la tentación de utilizar a las DO como moneda de cambio en el actual marco negociador y que condicione la aprobación de los acuerdos a la inclusión de la protección de las indicaciones geográficas protegidas (IGP) europeas en EEUU", según Nagore.

Para él, "es fundamental lograr que EEUU reconozca a las DO europeas y se extienda su protección en aquél mercado", ya que, de lo contrario, serían muchos los perjuicios que se derivarían para los vinos de calidad.